Luna Miguel

SOBRE LECHE Y ELEGANCIA

SOBRE LECHE Y ELEGANCIA

Yo no sé a qué sabe la leche, pero compro "leche". No sé a qué sabe el pezón de vaca sólo conozco el olor de los productos dietéticos, el sabor de la tecnología: que si más vitaminas, más calcio, más soja, menos grasa... Hoy en día el grumo de nata no se nos atraganta, no. Hoy en día Pascual manda sobre nuestros estómagos, como los medios y los poderosos (y también la pereza) mandan sobre nuestros ¿cerebros?. Yo no sé ni conoceré algún día el sabor la leche de verdad, al igual que Alonso no sabrá por ahora lo que es ganarlo todo con un Ferrari, o al igual que (a esto quería llegar) en nuestro país nunca probaremos la ubre de la victoria ciudadana, esto es, informar, convocar, manifestar y provocar al fin reacciones en un Gobierno en Crisis.

Dije que no me interesaba la famosa huelga de hace casi dos meses, hoy matizo: no me interesan las huelgas mal explicadas. Mal planteadas. Mal llevadas a cabo. Prefiero estas huelgas y manifestaciones a la francesa que consiguen derrocar gobiernos. Así es. Muy bien... chicos... ¿a qué sabe esa droga...?

Tampoco lo sabremos. Tampoco seremos conscientes de qué significa una partida ganada, pues por mucho que los de ahí dimitan, el que está más y más arriba no lo hará. Él es guay y no tiene la culpa de nada. Él sabe lo que hacer y puede permitirse el lujo de mantener su puesto. Él. Él. Él. Porque Él es imprescindible. Porque todo el mudo l'aime. Il est beau, il est cool. Él, que reconoce el sabor de la leche, y el grumo de la nata, y el hipócrita olor de las cosas mal hechas.

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