Luna Miguel

Booktrailer: Rajoy, el primer español del siglo XXI

Vagabundos, malabaristas, vendedoras de cerillas (Monelles del mundo), hippies que hacéis pompas de jabón gigantes en la Rambla de Almería, chinos que vendéis cerveza en Malasaña, ¡oh, vosotros, que salváis de madrugada a los jóvenes borrachos de este país!, chavales cabizbajos, los que pasáis droja en una calle oscura de Albacete, extranjeros con perros gigantes y chanclas, con rastas, muy quemados, que paseáis pidiendo limosna por una playa Valenciana. Qué sé yo. Vosotros, amantes del arte, de los ceniceros fabricados con latas de Cocacola, de los collares de chapas y conchas, de los timbales y las flautas, y el acordeón el en Metro. Vosotros: Rajoy os quiere. "Esa es la actitud, apoyando el arte", le dicen, como un buen ciudadano, como el más tolerante. Y yo me pregunto ¿a quién más le das monedas? ¿Las das sin cámaras delante? ¿Te preocupas sin cámaras delante? ¿Te gustan los acordeones? ¿Los que piden en el Metro? ¿Es que viajas en Metro? O peor ¿habías visto a alguien pedir dinero en la calle alguna vez?

Me parto de risa cuando un político o un famoso se pone en plan Ciudadano Ejemplar y sale en la tele dando de comer a sus gatitos o llevando a sus hijos al colegio entre abrazos y sonrisas del tipo "hoy todos hemos comido All Bran de Kellogg's y mira qué depurados y felices estamos". Me parto de risa porque me parece penoso, porque ¿a quién vamos a engañar? ¿Qué es eso de ser un Ciudadano Ejemplar, un hombre del s. XXI, un político bueno, humano y cariñoso? Me gustaría más ver a un Rajoy en pijama, sin maquillaje, en su casa, llorando, diciéndonos cómo se siente realmente. Cómo afrontará el futuro. Cómo le duele el presente.

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