Malas hierbas

Las mentiras de Soria (segunda parte)

Cuando todavía no había terminado de escribir el primer artículo sobre las mentiras de Soria, ya estaba quedándose viejo con la nueva oleada de declaraciones del ministro de Energía, en esta ocasión sobre el Almacén Temporal de Residuos Radiactivos (ATC) que el gobierno pretende construir en Villar de Cañas (Cuenca) y que es motivo de un creciente rechazo popular. Las declaraciones de Soria en esta ocasión tratan de crear un clima de alarma que impida o al menos desactive la iniciativa del gobierno castellanomanchego de proteger la zona afectada para evitar la construcción del cementerio.

Vayan estas notas sólo a desmentir las palabras del ministro, sin entrar en consideraciones energéticas sobre la sustitución posible de las nucleares por otras fuentes, en especial energías renovables. Ahora, gracias a Soria, los españoles ya sabemos que el cierre de las nucleares es posible, y que sólo es cuestión de articular las alternativas adecuadas para cubrir su producción.

Veamos: Soria "ha advertido de que el coste de no tener un almacén temporal centralizado (ATC) de residuos nucleares en España podría derivar en un encarecimiento de hasta el 30% en la factura de la luz" y lo justifica asegurando que "si no se pone en marcha el ATC se deberá detener toda la producción eléctrica nuclear que hay en España, que es un 20%, lo que "encarecería entre un 25 y un 30% el precio de la factura".

¿Es cierto que sin ATC se deben cerrar de inmediato todas las centrales nucleares? No. Según datos de la propia ENRESA (6º Plan de Residuos Radiactivos) las centrales nucleares españolas tienen espacio en sus piscinas de residuos para albergar los residuos radiactivos hasta al menos el año 2021. Por tanto no habría ningún problema inmediato de falta de espacio. Además algunas centrales, en concreto Ascó y Trillo han construido almacenes ATIs (Almacen Temporal Individualizado) en el propio recinto de las centrales nucleares.

El problema se plantea cuando lo que se pretende (y esto es lo que pretenden el gobierno del PP y las empresas eléctricas) es alargar la vida de las centrales nucleares de 40 a 60 años. Ahí sí que el ATC adquiere una importancia vital para que ese plan pueda desarrollarse, porque es para ese alargamiento de la vida de las centrales para lo que haría falta más espacio para los residuos radiactivos de alta actividad. El ejemplo más cercano es el de la central nuclear de Garoña, que ya no tiene espacio para albergar más residuos (ha cumplido su vida útil) y no puede ponerse en marcha sin un basurero nuclear al que levar los nuevos residuos que produjera.

Tampoco es cierta la afirmación de Soria de "que el coste del almacenamiento de residuos radiactvos en Francia es de 22 millones al año".

Hifresa, la empresa franco-española propietaria de Vandellós I, firmó un acuerdo en 1994 con la francesa Cogema para depositar sus desechos radiactivos de alta actividad. Desde esa fecha hasta ahora, España ha pagado una fianza de aproximadamente 200 millones de euros, esa fianza volverá a España cuando vuelvan los residuos radiactivos. Soria confunde interesadamente el depósito de una fianza, con un pago a fondo perdido, para dar más fuerza a sus afirmaciones.

En definitiva, nuevamente el ministro Soria está mintiendo a los españoles en un tema tan relevante como es la política energética para nuestro país. En esta ocasión pretende meter miedo a la ciudadanía y alarmar sobre el presunto caos energético en el que nos veríamos sumidos si no se construyera un cementerio nuclear en Cuenca, algo tan falso como inaceptable.

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