Expedición Malaspina

Las primeras maniobras rumbo a Sidney

GUIOMAR DUARTE AGUSTÍLas primeras maniobras rumbo a Sidney

La salida. El pasado 17 de marzo, a las 17.00 horas, tal y como estaba previsto, el Hespérides dejó el puerto de Fremantle, en Perth (Australia), para iniciar el periplo de la expedición Malaspina hacia Sidney. La concentración era máxima en el puente de mando, nada podía fallar. Pero un piso más abajo, en la cubierta de vuelos, el ambiente era muy distinto. Los científicos charlaban relajadamente al aire libre mientras el Hespérides abandonaba el puerto. Una mezcla de sol, salitre, relajación, ganas, ilusión y un poco de estrés llenaban el sentir de la cubierta. Tras unos pocos días de relax, todos eran conscientes de que volvía el trabajo duro, las horas sin dormir y la presión de dar lo máximo para que todo saliese bien.

Reunión a las 20.30 horas. Los científicos ya estaban en faena a esa hora. En esa reunión, la jefa de esta campaña, la investigadora del CSIC Susana Agustí, exponía cuáles iban a ser los retos de este tramo de navegación. Básicamente, se pueden resumir en dos. Por un lado, las peculiaridades de trabajar en aguas australianas exigían realizar un reajuste de las posiciones de muestreo. Y por otro, la llegada a Sidney prevista para el próximo miércoles 30 de marzo, exigía elevar la velocidad del buque ocenográfico en comparación con otros tramos de la expedición. Esta exigencia deja muy poco margen para imprevistos, por lo que habrá que ser muy precisos para poder completar todas las maniobras a tiempo.

¿Conseguirán nuestros científicos superar con éxito estos nuevos retos? ¿Y los marinos los suyos? Yo estoy segura de que sí, pero para contaros cómo transcurren los momentos de estrés y de trabajo contrarreloj estaré yo como testigo y vosotros como cómplices. 

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