En la maleta de Zapatero

Dos 'gafes' en Viena

Es curioso. Quienes hemos tenido siempre a Zapatero por un político con suerte nos despertamos ayer con una página web (www.zapateronovayas.com) que recoge firmas para que el presidente del Gobierno no asista a Viena, a la final entre España y Alemania, a la vista de los resultados la final del Eurobásket del verano de 2007, en la que España perdió ante Rusia por un punto. 

Los creadores de la página, de originalidad indiscutible, suman a la citada otras situaciones en las que, en su opinión, Zapatero ha demostrado ser un gafe consumado (derrota de Ségolène Royal en Francia o de Gerard Schröder en Alemania tras apoyarlos el jefe del Ejecutivo, por ejemplo).  

Y después de un ‘apagón web’ en la página, sus creadores, convencidos de que La Moncloa les ha censurado, piden al presidente que "dialogue con nosotros –creemos que nos merecemos, al menos, lo mismo que una banda terrorista, un diálogo sin exclusiones-". Tal comparación se me hace irremediablemente conocida y apunta cuáles son los vehementes derroteros mediáticos por los que se mueven los muñidores de esta ocurrencia. 

Zapatero parece haber sido un político con suerte: ganó a Bono la Secretaría General del Partido contra todo pronóstico y fue el primer presidente del Gobierno que ostentó nada más que menos de cuatro años el liderazgo de la oposición, derrotando a un Gobierno PP de mayoría absoluta. Los que hoy le llaman "gafe", entonces achacaban estas victorias a su suerte, a su "mucha suerte"; en modo alguno a su valía o liderazgo real. Han tenido que esperar a 2008 para reconocer que tanta suerte es sospechosa, aunque antes de adjudicarle méritos, han preferido enarbolar la máxima de que las elecciones no las gana el Gobierno, sino que las pierde la oposición.  

Ahora, pues, todos contra Rajoy, que debe de ser otro gafe –desde que está él al frente del PP, Obama amenaza con ganar a los republicanos post-Bush; Sarkozy está en su peor momento de popularidad, y las fracciones del Gobierno de coalición de Merkel van de montaña rusa en montaña rusa, por no hablar de toda la izquierda que ha invadido América Latina-. 

Habrá, por tanto, un protagonista mediático sumado al conjunto de la selección española el domingo: José Luis Rodríguez Zapatero, cuyo sambenito desaparecerá o no en función del resultado de nuestro equipo frente a los alemanes. 

Desde mi modesto rincón, propongo a Zapatero una diversión añadida para los inquisitivos observadores: ¿qué le parece comenzar esa política de Estado con Mariano Rajoy sentado en el palco desde donde usted asistirá al emocionante partido en Viena? ¿Hay algo que una más a todos los españoles que el deseo de ganar el partido del domingo? Con perdón de Urkullu, naturalmente.

EL TOLE-TOLE: Ayer, en el Pabellón de España de la Expo de Zaragoza, eran saludados con honores militares Zapatero y el primer ministro francés, François Fillon, cuando un rugido surgió de la multitud de curiosos: "¡Que ustedes lo pasen bien!", gritó una espontánea. Ése es el concepto que tienen los ciudadanos de las visitas de los mandatarios extranjeros a España: vienen a divertirse -a ver la Expo, en este caso- y, en modo alguno, a trabajar por ambos países. Pues no sé qué decirles.

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