En la maleta de Zapatero

Zapatero habla en 'The New York Times'

Supongo que no tiene nada que ver el hecho de que Carlos Slim, el magnate mexicano y segundo hombre más rico del mundo según la revista Forbes -e íntimo amigo de Felipe González-, se haya convertido en uno de los principales accionistas del grupo New York Yimes Co. para que nuestro Zapatero fuera invitado por el presidente de este emporio, Arthur Sulzberg Jr, a visitar la sede del periódico en Nueva York.

Poco he podido conocer de este encuentro "privadísimo" entre el máximo representante de un grupo que obtuvo en 2007 ingresos por valor de 3.200 millones de dólares y el jefe del Ejecutivo español, aunque sí lo suficiente para ver signos que apuntan a que las cosas fueron mejor de lo previsto.

En primer lugar, porque la reunión, que se preveía de media hora, duró hora y media -y Zapatero llegó tarde a su primer acto en la 63ª Asamblea de la ONU-. Comenzó con una charla a solas entre Zapatero y Sulzberg y concluyó con una larga conversación entre el presidente del Gobierno y los periodistas más importantes del diario -si es que alguno no lo es, y lo digo cargada de admiración hacia un medio que constituye un referente no sólo para periodistas, sino también para los amantes de la democracia De Verdad; de la libertad De Verdad;...-.

Los temas que se tocaron fueron casi todos y del ámbito político la mayoría, naturalmente. Rusia, por ejemplo, ocupó un lugar muy destacado -allá estaremos el miércoles 1 de octubre, en San Petersburgo, con Zapatero y Medvédev solos y reunidos por primera vez-. Pero también lo hicieron la crisis económica, las elecciones en EEUU, Latinoamérica -con sus Chávez, Morales, Ortega, Kirchner, Lula,... y Castro, desde luego-, el gigante chino, el fenómeno migratorio, el hambre en África o el conflicto de Oriente Medio, entre otros, como -y este lo supongo- Rafa Nadal, que apasiona a los estadounidenses.

Zapatero estuvo relajado, mucho más que en su conferencia ante la Foreign Policy Association, minutos antes, donde expuso sus líneas de política exterior, en este caso, orientadas hacia EEUU. Sin una mención a Bush, recordando que retiró las tropas de Irak y criticando velada pero duramente Guantánamo.

Alguno de los acompañantes de Zapatero a la sede de The New York Times me dijo que fue un gran papel el que hizo el presidente allí. Yo prefiero esperar el goteo de información, editoriales u otras piezas que le dedique el periódico a Zapatero. Porque algo nos contarán, digo yo.

EL TOLE-TOLE: Los empresarios de EEUU con intereses en España que se reunieron el miércoles con Zapatero, aunque evitaron hablar de política, salieron de allí reconociendo en voz baja que a ver si Bush sale de una vez de la Casa Blanca y se acaba este bloqueo al presidente español que ha tenido lugar durante más de cuatro años. "Las relaciones bilaterales España-EEUU son buenas, pero esa pataleta de Bush ha hecho perder inversiones a España. Ha sido inadmisible", me comentó uno de ellos.

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