En la maleta de Zapatero

¿Y Kosovo?

Pasó el que probablemente haya sido el Consejo Europeo más aburrido de los últimos años -constatado por varios de los participantes- y nadie habló de Kosovo. La primera gran cumbre europea después de la proclamación de la independencia de la antigua provincia serbia, un tema que copó los informativos y multitud de páginas de periódicos durante semanas, y ni una palabra siquiera en la cena de jefes de Estado y de Gobierno.

La versión oficial es que no tocaba el tema, que era un Consejo puramente económico centrado en el cambio climático, la desaceleración de los mercados y la política energética. La versión oficiosa reza que el de Kosovo es un asunto que divide a los 27, que crea fricciones y hiere sensibilidades y ahora no se trata de eso.

 La versión oficial no cuela: la Unión por el Mediterráneo, un proyecto malamente hilvanado a las solapas del presidente francés, aunque no estaba en agenda, se convirtió en el tema estrella del Consejo. Porque Sarkozy lo blandió en la cena y dio una rueda de prensa a la una de la madrugada del viernes. El fenómeno mediático volvió a hacer de las suyas e hizo de la no-noticia el ombligo de Bruselas. Y Zapatero le dejó hacer mientras practicaba el boca a boca a un Proceso de Barcelona que se le murió en los brazos.

Y diría que la versión oficiosa es sangrante si no fuera porque tal término, aplicado a cualquier cosa que tenga que ver con los Balcanes, resulta cruel. Cuando nuestros ministros, nuestros presidentes tratan de vendernos una Europa de andar por casa; una Europa en donde están las cosas de comer; una Europa que no es política internacional sino nacional pura, y se asiste a cosas como las del Consejo Europeo, dan ganas de echar a correr en la dirección contraria a nuestros responsables políticos.

¿Por qué no se ha hablado de Kosovo en el Consejo Europeo? ¿Por qué no se ha hablado del futuro de más de dos millones de habitantes cuya situación es más incierta que la estructura de su pretendido Estado? ¿Qué van a hacer los 27 para evitar cualquier atisbo de mal camino en una región que ha sufrido tantísimo?

 Que no se pongan de acuerdo sobre el apoyo a la independencia de Kosovo no debería significar su ausencia de las conversaciones sino su abordaje inminente, porque esa falta de consenso demuestra que existe un problema. Bastante más importante que crear una Unión por el Mediterráneo de utilidad incierta y diseñar sus macro-cumbres para lucimiento del francés con más ego después de Napoleón, el mismo que dijo: "De lo sublime a lo ridículo sólo hay un paso".

 EL TOLE-TOLE: Después de su carta, Bush ha llamado a Zapatero para felicitarle otra vez. El de EEUU dio a entender al español que habría reunión bilateral durante la Cumbre de la OTAN en Bucarest. La jugosa tentación que vive desde hoy en La Moncloa es dar plantón al presidente republicano. Veremos.

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