En la maleta de Zapatero

La paradoja del Presidente07

"Tan importante es afrontar las dificultades económicas [de España] como paliar el hambre en el mundo". Bien dicen que todos los caminos conducen a Roma, porque en ella, hoy, Zapatero, se ha visto obligado a hacer esta aclaración en la rueda de prensa con la que dio por concluida su breve estancia en la cumbre de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la FAO, que trabaja por el noble propósito de acabar con la crisis alimentaria que azota al planeta (casi 900 millones de personas sufriendo hoy una hambruna que puede afectar a 1.400 millones en 2020 si la FAO no convence a los países ricos de la necesidad de colaborar con algo más que edulcoradas retóricas y promesas que se diluyen en el tiempo)

Mientras el Presidente07 (antes de 2012, prometió que España destinará el 0,7 del PIB a ayuda al desarrollo) hablaba de que de nuestras arcas saldrán 500 millones hasta 2012 para contribuir a la casi utópica pretensión de la FAO, los periodistas españoles acechábamos con una pregunta incómoda, que aunque fue enunciada objetivamente, merecía, en mi opinión, esta redacción: "Hoy nos ha dicho Solbes que la previsión de crecimiento en España ha bajado del 2,3 al 2%; que no había una cifra de parados tan alta en mayo desde el de 1996; que en España hay nueve millones de pobres -el 20% de la población española-; que otros muchos ciudadanos no llegan a fin de mes por la subida imparable de las hipotecas;... ¿Cómo compatibiliza el Gobierno español la búsqueda de soluciones para el problema de dentro y el de fuera? ¿Si esos 500 millones se quedaran el España resolverían nuestros problemas para que después nosotros pudiéramos ayudar a los países pobres? ¿Por qué hemos de priorizar el hambre de los extranjeros por encima de la de los españoles? ¿Realmente son compatibles las "dificultades económicas" que atravesamos con nuestro nunca tan alto afán de cooperación al desarrollo?".

Y así podría seguir con preguntas políticamente incorrectas, que, aunque suenan egoístas viendo las terribles imágenes de Darfur o Sáhara que pululan por aquí, por la sede romana de la cumbre contra el hambre, no pueden algunas conciencias evitar hacerse ante los buenos propósitos de nuestro presidente. El único, por cierto, al que ha elogiado en su discurso inaugural el máximo responsable de la FAO por la rápida respuesta de España a la llamada desgarrada de los hambrientos del mundo.

EL TOLE-TOLE: Cuando Zapatero se reunió con el ex secretario general de la ONU, Kofi Annan, hoy en Roma, las televisiones captaron una palabra del presidente del Gobierno que es, probablemente, la más buscada por los medios y la oposición. El jefe del Ejecutivo mencionó la "crisis" en la que nos encontramos a Annan, pero nadie ha podido -o querido- confirmar si se trataba de la "crisis" alimentaria o de la "crisis" económica de España que Zapatero se resiste a reconocer. Seguiremos indagando. 

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