Fuego amigo

Todos los partidos, excepto el PP…

Ya sé que con tanto ruido no os habéis enterado: pero la Bolsa ha vuelto a alcanzar otro máximo anual seguido, y van tres. Y no os disteis cuenta de que nos la están metiendo clavada porque el día de ayer fue francamente distraído y no estábamos para contar dinero. ¡Y se supone que seguimos de vacaciones!

De entre todas las posibilidades para entretenernos, el de ayer, por ejemplo, fue un mal día para elegir las teorías de la conspiración. ¿Que acusan a ZP de poner más ahínco en la persecución del PP que en la de ETA? Pues ahí van otros dos zulos con más explosivos. Ya son doce en una semana, y la incautación de una tonelada de dinamita. Ahora de verdad, ¿os imagináis que la policía dedicase más esfuerzos a buscar populares corruptos que a perseguir a los terroristas? Habría que vaciar las cárceles de etarras para dar cobijo a tanto nuevo patriota, con lo grandes que son sus banderas, además.

¿Qué sufres de pedrojotez severa y sueñas con que en los zulos aparezca una conexión con los explosivos del 11-M? Pues también has elegido mal día, querido mío, porque un juez de la Audiencia Nacional acaba de rechazar la reapertura del sumario principal del 11-M para que se practicasen nuevas pruebas sobre los explosivos, tal como habían pedido los conspiranoicos de la AVT, la asociación de víctimas de la derecha (bueno, en realidad todos somos víctimas de la derecha). En su escrito, el paciente juez deja entrever que ya está hasta los mismísimos de tanto conspirador aficionado: "no se puede practicar siempre la misma prueba" (...) hasta que por fin satisfaga "los intereses de alguna de las partes personadas".

Pero la gran fiesta de la conspiración la tuvieron los padres de la patria en la Diputación Permanente del Congreso, a donde habían sido convocados por el Partido Popular para buscar apoyos entre las demás fuerzas parlamentarias en lo que la derecha considera una persecución contra sus dirigentes. La astracanada, como era de esperar, se volvió contra el PP, que pudo comprobar una vez más su soledad parlamentaria y la poca gracia que hacen sus gracias entre el resto de los políticos, sean del color que sean.

A excepción de los democristianos de CiU y PNV, que se abstuvieron, el resto de las formaciones se rió ante sus barbas, y lo más elegante que le dedicaron fueron adjetivos como "mentirosos" y "paranoicos". La derecha nacionalista y democristiana, que tantas cuentas pendientes tiene con el PP (por ejemplo, el Estatut ataca de nuevo, desde el flanco del Tribunal Constitucional) llegó a decir verdades de Perogrullo, como esa mía que siempre le suelto a todo cura que se me pone a tiro: si dios se me presentara con todo su poder y esplendor, yo dejaría de ser ateo, lo juro por dios.

Pues más o menos es lo que tuvimos que oír de boca de Olabarría, del PNV: "Si ustedes probasen sus acusaciones, nosotros apoyaríamos una comisión de investigación", dijo más o menos. Bonito ¿verdad? Profundo. Hola, dios, acabo de dejar de ser ateo.

Lo que todavía me resulta inexplicable es que el PP haya llevado este asunto al Parlamento, sabiendo que el más tonto de los diputados podría tener la ocurrencia de pedir pruebas de sus acusaciones. Están tan acostumbrados a no presentar los resguardos de compra de sus trajes y sus bolsos que creen que nunca les van a exigir el justificante de sus acusaciones delirantes, porque siempre habrá un juez más que amigo que creerá en ellos. Una de las mejores frases del día se la apunto a Llamazares: "Es una mentira poco creíble e indemostrable, pero es una mentira de distracción masiva".

Y tiene más razón que un santo varón. Porque las exageraciones veraniegas a pie de chiringuito, en bañador, mecidos por la brisa del mar, son pecadillos que dan para un titular y pasar página. Pero en el Parlamento hay taquígrafos que van a dejar constancia de forma indeleble de que Mariano y su banda están perdiendo, no ya la vergüenza y el sentido del ridículo, sino la razón.

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