Fuego amigo

Zapatero allí, y los parados aquí

No hace mucho tiempo que Aznar buscaba desesperadamente convalidar su liderazgo en la Casa Blanca. Y si para ello había que acompañar en sus delirios al hijo deficiente de los Bush, se invadía un país y lo que hiciese falta. Hasta intentó sobornar con nuestro dinero a medio Congreso de los Estados Unidos para que le concediesen una medalla honorífica.

Sus compinches lo justificaron con que el brillo del oro de tan alta distinción daría un lustre inusitado a nuestro país. Todo sacrificio por elevar nuestro prestigio era poco. Cualquier esfuerzo sería bienvenido, pues, para colocar a España "en el lugar que le corresponde", como contaban los hagiógrafos del hombrecillo insufrible. De esta manera el universo conocía que España atesoraba un líder fuerte (y eso que todavía no le habían visto los asombrosos abdominales en bañador).

Pero la política es como el ancho de los pantalones, lo que se lleva un año no sirve para el otro. Ayer, la comentarista de la pasarela Cibeles de la política, Soraya S. de Santamaría, se preguntaba qué hacía Zapatero llevando la moda Aznar a los Estados Unidos, si lo que se lleva ahora es quedarse en casa solucionando el problema de los cuatro millones de parados.

Vosotros estaréis pensando que lo que le preocupaba a Soraya era la agenda internacional del presidente, la reunión de alto nivel sobre Cambio Climático, su participación en la apertura de curso en la Asamblea General de la ONU, o su inmediata incorporación a la cumbre del G-20 en Pittsburgh.

En realidad le preocupaba que cuando falta el jefe, como ocurrió ayer, no acude a trabajar al hemiciclo ni la mitad de los diputados. Y entonces, de los parados no se ocupa ni dios ni el PP. Si es que no son la misma cosa.
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Meditación para hoy:

Ayer hablábamos de chorizos, al tiempo que conocíamos El Informe Global sobre la Corrupción 2009 elaborado por Transparencia Internacional. El informe descubre que España es hoy más corrupta que hace un año, gracias a los casos urbanísticos, sobre todo. El presidente de TI, Jesús Lizcano Álvarez, daba al fin respuesta a la pregunta del millón que tantas veces se ha planteado en esta bitácora: ¿Por qué cuanta más corrupción se descubre en las filas del PP más votos obtienen?

He aquí la respuesta de Lizcano: "En España admiramos más a los pillos". Por algo en el Siglo de Oro fuimos los inventores, y la exportamos al resto de Europa, de la novela picaresca. El antihéroe, el pillo capaz de cualquier desmán, nacía como contrapunto de los caballeros hidalgos. La moral es un coñazo. El pillo es un triunfador.

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