Fuego amigo

Quien evita la ocasión evita el pacto

Quien evita la ocasión evita el pecado. Eso es lo que debió de pensar el presidente riojano antes de abandonar precipitadamente la Conferencia de Presidentes, siguiendo con su ya inveterada tendencia a la grosería, la misma que ya le había hecho famoso en la anterior conferencia.

Supimos más tarde que Pedro Sanz era la voz de su amo, el virrey de Rajoy en el interior de la conferencia, el monseñor encargado de preservar la doctrina, de poner todas las pegas posibles ante la sospecha de alcanzar el más mínimo acuerdo. Porque un pacto nacional para atajar la crisis económica hubiese sido el epitafio del presidente del PP, cuya esperanza de vida política está fundamentada en nuestro fracaso colectivo.

Ni aceptando el 80% de las propuestas populares podría consentirse que la imagen del PP quedase involucrada en la tarea de salvar el país. ¿Qué sería del enterrador Mariano en un país con buena salud? Esa era la consigna, y Pedro Sanz dejó tirados a sus compañeros por el método expeditivo de evitar la ocasión de pecado, de que le convencieran con argumentos hasta caer en el pacto nefando.

El otro día, un colombiano que escuchaba en su interior a diario la voz de un dios que le recriminaba utilizar mal sus genitales, decidió cortárselos. Eso sí que es evitar la ocasión de follar sin ton ni son. Al parecer, a algún presidente, como el de Castilla y León, tuvieron que caparle el argumento también en plena discusión, por blando, por estar a punto de follar, digo de firmar.

Lo que faltaba. Su Mariano pidiendo ya elecciones anticipadas, antes de que sea la bonanza la que se anticipe, y uno de los suyos pensando en nuestro bienestar. Inadmisible.
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Meditación para hoy:

"Todos los partidos políticos, excepto el PP..." aprobaron ayer en el Senado una proposición no de ley para solicitar al Gobierno que "redoble todas las gestiones políticas y diplomáticas que sean necesarias al máximo nivel" para que el reyezuelo de Marruecos acepte que Haidar pueda volver a El Aaiún. Además la proposición insiste en la médula del problema que ha llevado a la activista a una huelga de hambre que amenaza su vida: el derecho a la autodeterminación del Sáhara.

De nuevo el Partido Popular se ha abstenido, como en el asunto de arrimar el hombro contra la crisis. El secuestro del Alakrana les salió mal: los marineros volvieron con vida, y las gaviotas sólo se alimentan de materia putrefacta. Todo parece que ahora los dirigentes del Partido Carroñero se han sentado en la puerta de Génova 13 para ver pasar el cadáver de Aminatu Haidar. Se les ve con hambre.

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