Fuego amigo

Educación para la ciudadanía o para el Cielo

Parece que la asignatura de "Educación para la Ciudadanía", la que el PP y la Iglesia (la santa alianza) calificaron como una puerta abierta al "adoctrinamiento" laico, está ya completamente perfilada. Se introducirá en el curso que viene, y será la alternativa al estudio de la Educación para el Cielo, también llamada Religión.
Nos contaban hoy en el diario El País que uno de los sapos que tendrá que tragar la santa alianza es la inclusión en su texto de la descripción de las distintas familias "en el marco de la Constitución", es decir, las homosexuales o las formadas por parejas de hecho.
También es cierto que mientras los niños, cuyos padres hayan elegido la religión para la formación de sus almitas, estudian aquello del fruto prohibido del árbol del bien y del mal, la mujer que nace de una costilla del varón, el diluvio universal, el dios que son tres aunque es uno, y la madre de uno de ellos que era virgen pero que fue inseminada por uno de los otros dos, al que representan como una paloma, mientras el cornudo de su marido en la Tierra, un santo varón, carpintero de profesión, pasó a la historia como Padre Putativo, o sea PP (vapordiós, también San José era del partido)... digo que mientras estos niños estudian saberes tan provechosos para su futuro, los demás perderán el tiempo estudiando los deberes y derechos ciudadanos, los valores democráticos y los compromisos como ciudadanos de un mundo globalizado, entre otras cosas.

Por si esto ya es poco tremendo, los profesores de Educación para la Ciudadanía serán contratados por el Estado, y estarán sujetos al estatuto de los trabajadores. Sus causas de despido serán las mismas que se contemplan para los profesores de química o de latín.
Los de religión no, aunque también los pagamos entre todos. Según el último borrador de real decreto que regula la relación laboral de estos profesores, las confesiones religiosas serán las que propongan a los docentes y las que podrán retirarles su confianza, lo que se considerará como causa inmediata de despido. ¿Y cuáles han sido hasta ahora los motivos para retirar esa confianza? Pues no el nivel de conocimientos o de capacitación para la enseñanza por parte de los profesores sino su vida privada cuando no coincide con las pautas morales de las confesiones religiosas. Como por ejemplo, estar casado en matrimonio homosexual o formar una pareja de hecho, sea homosexual o no.
De coña. En un aula, los alumnos estudiarán como un derecho constitucional la existencia del matrimonio de hombre con hombre y mujer con mujer, mientras otros profesores pueden ser despedidos por la gravísima falta de ejercer un derecho constitucional que están estudiando los alumnos del aula contigua.
Si el real decreto sale como reza (nunca mejor dicho) el borrador actual, el gobierno cometerá un disparate jurídico, además de una injusticia que no entendería que los sindicatos pasasen por alto sin recurrirla ante el Tribunal Constitucional. Creo que ya es hora de que a las religiones intolerantes les apliquemos el tan cacareado principio de tolerancia cero. Por higiene democrática.

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