Fuego amigo

Rumores y mentiras oficiales

................................................................................................................................................

Los que ya hemos alcanzado cierta edad (una forma de decir que hemos llegado a una edad incierta) conocemos el poder del rumor como sustituto de la falta de noticias contrastadas. En las dictaduras, en las que la única prensa libre está en la cárcel o en el exilio, los ciudadanos se limitan a leer entre líneas a los medios de comunicación oficiales más para conocer la marcha del régimen que para tener noticias ciertas del mundo del más allá de sus fronteras. Por eso el rumor goza de mayor credibilidad que las mentiras oficiales, y por eso, también, lo peor que le puede ocurrir a una mentira oficial... es que sea verdad.

En los libros de estilo de los medios de comunicación todos repetíamos el muy digno y elegante axioma de que "el rumor no es noticia". Hasta que nació Internet, la mayor fábrica de rumores de toda la Historia, y el boca a boca se hizo universal e instantáneo, como la luz. Con los papeles de Wikileaks, los gobiernos concernidos se apresuraron a explicar que la red de confidentes diplomáticos montada por la CIA no era más que la entronización del rumor, sin valor alguno. Cotilleos de embajadores, vamos. Vano intento, cuando el mundo está más predispuesto a considerar el rumor como la verdad, y las versiones oficiales, como la mentira.

En China, donde la dictadura del proletariado ha dado paso a la dictadura del Comité Central, y la del Comité Central, a la del Secretario General, como ya vaticinó Rosa de Luxemburgo, están viendo con preocupación el poder del rumor y su capacidad para poner en peligro otras dictaduras lejanas. Así que las autoridades han tenido la ocurrencia de bloquear la palabra "Egipto" en las búsquedas de Twitter. No vaya a ser que a los chinos les llegue el rumor (¡pásalo!) de que el experimento fallido de Tiananmen hoy sí triunfaría gracias al poder de convocatoria de las nuevas tecnologías.

------------------------------------------------------------------------------------------

Meditación para hoy:

Los rumores se propagan de boca en boca, o boca a boca. Pero, no sé por qué encantamiento pedante, está haciendo fortuna la forma "boca a oreja". Si un rumor fuese en verdad boca a oreja, no sería un rumor, sino apenas un secreto, porque si se queda enredado en la oreja del otro ya no puede seguir propagándose. Son las bocas las que multiplican el secreto hasta convertirlo en rumor.

Esta tontería, tan de moda en los medios de comunicación, debió de inventarla el mismo pedante (Pedante: el que se tira pedos mientras anda) que acuñó la fórmula del "punto y final". Lo de punto final, a secas, debió de parecerle con poco pedigrí y le añadió la "y", como María Dolores Cospedal le añadió la preposición "de" para elevar el rango de su cuna.

Os lo digo yo, Don Manuel De Saco y Cid, que de eso sabe un rato.

Más Noticias