Fuego amigo

Una vela a dios y otra al diablo

 

En tiempos de crisis profunda lo inteligente es poner una velita a dios y otra al diablo, en previsión de que uno de ellos acabe dando el golpe de mano definitivo, y en nuestra estulticia hayamos apostado por el perdedor. Es el estilo John Galliano, el diseñador de moda presuntamente homosexual y sin embargo admirador de Hitler, el déspota que lo hubiese gaseado en un campo de concentración... por homosexual. Por eso creo que no es cierta la sentencia esa de que "eres más tonto que un obrero de derechas"; más bien se trata de pura estrategia obrera aquello que los demás ven como estulticia de clase.

 

Parte de la prensa española, la que jamás consentiría publicar en sus páginas una apología de la prostitución organizada, alivia su estado de cuentas con la ayuda de las páginas de publicidad de prostitución, a las que se refiere de forma eufemística como "páginas de contactos". Pecunia non olet (el dinero no huele), y no es cuestión de renunciar a decenas de millones de euros anuales en la publicidad del único negocio que jamás entra en crisis.

 

A veces el asunto adquiere tintes cómicos. El diario oficioso de la derecha conservadora y católica de Ourense, La Región, reparte páginas a dios y al diablo sin solución de continuidad. Puedes pasar de la página 52 en la que se anuncia una "Brasileña, viciosa, pechazos, besucona, experta francés: hago de todo" a una "Oración a Santa Clara", tan solo una página después. De las putas, a la "divina niña, para alcanzar el amor de Jesucristo, nuestro redentor, tu amor le ofreciste".

 

No sé qué pensará Santa Clara de sus compañeras de periódico, las profesionales "complacientes, cariñosas, francés a pelo". Creo que cuando me la encuentre en el Cielo nos echaremos unas risas y tendremos tema de conversación para toda una eternidad.

 

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