Fuego amigo

Los ricos están tan ricamente indignados

 

Habíamos reunido en calles y plazas a miles de ciudadanos indignados, exigiendo otra forma de hacer política, tomando voz e impulso alrededor del movimiento 15M, pidiendo a nuestros representantes políticos honestidad, una mayor sensibilidad social, una más justa distribución de la riqueza... cuando de pronto los ricos muy ricos, aquellos cuya riqueza es tal que solo se puede amasar a costa de la injusticia, nos sorprendían con su particular 15M.

 

Dieciséis de las mayores fortunas francesas, algunos magnates de la economía de los Estados Unidos, y un grupo de financieros alemanes, de esos que con un solo movimiento especulativo pueden dejar sin comer a millones de personas en Somalia, están dispuestos a echarse a la calle si sus gobiernos respectivos no les imponen un impuesto especial anticrisis. Suena a coña, pero la crisis está poniendo de moda el surrealismo.

 

Los de aquí no han dicho nada todavía. Al parecer, están deliberando en asamblea, y el martes van a tomar una decisión. Para empezar, Arturo Fernández, el vicepresidente de la CEOE, se preguntaba el otro día, antes de dar un paso en falso, "quienes son los ricos". Es, claro está, una pregunta que solo se hacen los ricos.

 

Zapatero, como es un rojo perdido, dice que no piensa inventarse un impuesto para las grandes fortunas. Pero los ricos sufren en silencio. Y al igual que aquel que se cortó el pene para no caer en la tentación de seguir utilizándolo para pecar, piden a sus gobiernos que les amputen sus beneficios para no caer en el vicio solitario de seguir engordando sus cuentas bancarias mientras eyaculan parados y desahuciados. Es, sin duda, la crisis más surrealista de la Historia.

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