Fuego amigo

A Bush le han dado el Nobel por detrás

Mohamed el Baradei acaba de obtener el premio Nobel de la Paz. Era la mano derecha de Hans Blix, encargados ambos de comprobar si Sadam Hussein escondía en Irak las armas de destrucción masiva que sólo Aznar, Blair y Bush conocían. El Baradei tuvo que sufrir una campaña de desprestigio por parte de la administración Bush, por su absurda pretensión de que se diera más tiempo al grupo de inspectores de Naciones Unidas, ante de cumplir la amenaza de invasión.

Ayer supimos por qué no fue posible: porque el dios de Albarradei, Alá, tiene mucha menos fuerza que el dios de Bush, Jehová. No era porque Sadam hubiera intentado "matar a papaíto" en la anterior guerra del Golfo, como confesó un día, derramando neuronas mezcladas con la saliva. No. Era porque Dios, su dios, se lo había pedido en un rapto de confidencias. Luego os extrañáis de que no comprenda a dios. Un día se levanta de buen humor y decide crear el universo en una semana (escasa). Y otro día se levanta con resaca y confunde al niño de los Bush con Mahoma o Jesucristo.
Y ahora viene la pregunta: ¿Por qué dios ha elegido a este deficiente mental para contarle confidencias y para liderar la campaña de salvación mundial, sacándolo previamente del pozo de alcoholismo en que había caído? ¿Por qué no lo dejó en cama en su día, con una cajita de Alza Seltzer en la mesilla de noche para cuando despertara, en lugar de recuperarle sus escasos sentidos?¿Por qué no me eligió a mí, por ejemplo, que tengo un cociente intelectual medio, odio las guerras y el güisqui con hielo?

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