Fuego amigo

Dios bendiga las Letras del Tesoro

Desde que el Partido Popular se desvela por los parados y la economía de las familias, desde que ha reconocido en los banqueros a los peores enemigos del hombre, corren rumores de que está en trámites de rebautizarse como Partido Comunista Popular. Milagros de la santa crisis.

Ya los gurúes de la economía aventuraron que nada volverá a ser igual después de esta recesión. Ni la relaciones de las empresas con sus trabajadores, ni las transacciones económicas entre naciones ricas y pobres, ni el modelo de banca especulativa pueden continuar las mismas pautas injustas por las que se regían. La crisis, más que una hecatombre, podría ser un revulsivo para remodelar el Fondo Monetario Internacional, redefinir el papel del Banco Mundial y devolver a la Iglesia católica al estado de pobreza que guió sus primeros pasos.

Algo así se desprende de las palabras de Monseñor Rouco Varela, cuando ayer se preguntaba "si la vida económica no se ha visto dominada por la avaricia de la ganancia rápida y desproporcionada". Quizá tuviese en su memoria cómo recuperó milagrosa y sospechosamente 6,6 millones de euros de Gescartera, cuando ya la CNMV fiscalizaba sus cuentas. Quizá también piense santificar las acciones que la Iglesia española poseía en Telefónica, Banco Popular o Inditex, por ejemplo, a través de Umasges, su tapadera para invertir ingentes cantidades de dinero en Bolsa.

Rouco Varela, que se juega en Bolsa el dinero del cepillo de sus feligreses, en pura competencia desleal gracias a las ventajas fiscales que disfruta la Iglesia, sabe mucho de la inmoralidad de la avaricia. Quizá por ello, desde la caída en picado de los mercados bursátiles, ha decidido refugiar más de la mitad de su patrimonio en bonos y letras del Tesoro. No sé si es más moral, pero es mucho más seguro, aunque menos rentable. Sólo siento no tener dinero para invertirlo en el Tesoro público, siguiendo la guía moral de monseñor, cuyo patrimonio guarde y acreciente dios muchos años.
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Meditación para hoy:

Cuando Rajoy hizo su particular revolución en el XVI congreso del PP, en Valencia, pretendía desprenderse de la vieja guardia de Aznar, que le acompañaba en la dirección desde que había recibido el partido en herencia, y que al mínimo desvarío le iba con el cuento al hombrecillo insufrible.

Yo sé por experiencia, en mis comienzos de periodista becario, lo incómodo que resulta escribir con el aliento del director detrás de ti, vigilando cada palabra que sale de tu máquina de escribir. Mariano pensaba que sustituyendo a Zaplana y Aceves por dos fieles mediocridades como Sáenz de Santamaría y Cospedal, ya nadie miraría por encima de su hombro para irle con el cuento al jefe. "Mariano ha escrito caca, pedo, culo, pis".

Desde entonces no hace más que comprobar el error de sus cálculos. Los medios de la extrema derecha le crucifican a diario, y ahora su mentor insufrible le acusa de inútil: "En política no se está para empatar ni para heredar, sino para ganar", decía el muy picarón a sus niños conservadores este fin de semana.

Creo que la derecha está en peligro. Esa derecha necesaria como tapón de la extrema derecha. Hay que preparar un plan para salvar a Mariano como sea. Se admiten sugerencias.

Pásalo.

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