Marta Nebot

En el Congreso 5

Don Eduardo Zaplana pasó de la cúspide del PP a diputado raso y terminó en el Olimpo Telefónico pero, como los diarios de sesiones no se borran aunque se suba a lo más alto; sabemos que, el 15 de marzo de 2006, dijo en el Congreso de los Diputados: "Señora vicepresidenta, cuánto ganaría la Cámara si usted, que es tan aficionada a disfrazarse de vez en cuando, un día, aunque solamente fuera un día, se vistiera de vicepresidenta del Gobierno (...) y conteste de verdad a lo que le preguntamos en las sesiones de control". (Se refería a unas imágenes recientes de Maria Teresa Fernández de la Vega bailando vestida como las mujeres africanas a las que visitó con una delegación. De ese viaje ya se habían dicho barbaridades en los medios, incluso antes de producirse. Según El País, en una emisora de radio, de cuyo nombre no se acordaba, se escuchó "ese viaje es peligroso; pueden volver de allí ablacionadas") .

Pero aquella sesión iba sobre el Estatuto de autonomía catalán; el comentario no venía a cuento, sólo pretendía mofarse de quien no se caracteriza, precisamente, por no contestar a lo que se le pregunta. De la Vega podría decir las cosas más altas pero ¿más claras?: "(...) En su caso no sé si es un problema de ignorancia, que sería inexcusable, de maledicencia, que sería intolerable, o de machismo, que sería detestable. Creo que son las tres cosas, señoría... Por tanto, me quedo antes, por supuesto, con la política exterior de priorizar África y sus mujeres que con la política exterior de llevarnos a una guerra inmoral e injusta. (...) Prefiero esa imagen de la vicepresidenta que la imagen de las Azores, señor Zaplana." Y, entonces, se montó un pitote de aplausos, abucheos y gritos: un auténtico espectáculo.

¿A que conociendo estos episodios dan ganas de seguir el show? Señores editores ¿para cuando un Cuore parlamentario?

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