Marta Nebot

Madres y abuelas

Ya avisé en el primer artículo de esta saga que los ejemplos femeninos no los iba a obviar. Hoy son los protagonistas.

Empecemos con unas madres. Begoña Aranguren (conocida más por ser sobrina del filósofo o por haber estado casada con José Luis de Vilallonga, que por ser periodista y escritora) es la decimotercera de 14 hijos y su progenitora les decía: "Vete a por una manta que tu hermano se acaba de echar en el sofá, después de comer, y va a coger frío" o "niña, tu hermano quiere un güisqui". Ella lo enmarca en el matriarcado del País Vasco que define así: "Los asuntos importantes los llevan las mujeres, desde siempre, y se trata a los hombres como si fueran tontos, pero haciéndoles creer que son los que mandan".

En Brasil no sé si el matriarcado llega a tanto, lo que sí sé es que a Milene Domínguez (la futbolista ex mujer de Ronaldo) ni su madre ni sus seis hermanos le dejaban jugar al fútbol. Ella, a escondidas, le sacaba la cabeza a la única muñeca que tenía y la pateaba futbolísticamente. A la hora de volver a casa, la volvía a enroscar (algo más deteriorada) y disimulaba meciéndola cariñosamente a ojos de mamãe.

Ahora que para femichismo el de la abuela de Begoña Maestre. Esta actriz, (Compañeros, Amar en Tiempos Revueltos...) contó que una vez se fue a la casa del pueblo de su abuela a pasar el fin de semana con su novio y otras dos parejas. Antes de tiempo, cuando estaban recogiendo y limpiando, regresó la dueña y, de repente, se escuchó: "¡Hijas de putaaaaaaa!". Begoña debió pensar de todo: Ha pillado a dos, no precisamente jugando a las casitas, en su cama o, desalmados, ¿por qué habéis cogido sus relicarios? Cualquier cosa menos la realidad. ¿Cómo iba a imaginar que se pusiera así porque uno de los varones del grupo estaba barriendo (labor no propia de su sexo) habiendo mujeres en el rebaño?

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