Marta Nebot

Con perdón

En 2002 se denunció al autor del libro La mujer en el Islam (con una tirada de 2.800 ejemplares). El imán de Fuengirola, Mohamed Kamal Mostafa escribió:"Algunas de las limitaciones a la hora de recurrir al castigo físico son: nunca se debe pegar en una situación de furia exacerbada y ciega para evitar males mayores". O sea pégale pero no la mates."Los golpes se han de administrar a unas partes concretas del cuerpo, como los pies y las manos, debiendo utilizarse una vara no demasiado gruesa, es decir, ha de ser fina y ligera para que no deje cicatrices o hematomas". O sea pégale pero que  no se note. "Los golpes no han de ser fuertes y duros, porque la finalidad es hacer sufrir psicológicamente". O sea pégale pero sólo para torturarla.El revuelo fue enorme, las consecuencias no tanto.En el juicio alegó que sólo había traducido El Corán. La fiscalía lo negó. Jadicha Candela, portavoz del Congreso de Mujeres Islámicas, declaró: "Ese señor calumnia al profeta. Le paga Arabia Saudí y es un sicario de la ideología ultraintegrista wahabí, imperante en ese país". (En Arabia Saudí, el 1 de abril de ese año, la Corte de Casación de Emiratos Árabes Unidos, el máximo órgano judicial, dictaminó que "un marido tiene derecho a pegar a su mujer con el objeto de disciplinarla, mientras los golpes no sean tan severos que lleguen a dañar sus huesos o deformar su cuerpo").

Al final sólo estuvo en prisión tres semanas. El juez decidió excarcelarle a cambio de que hiciera un curso sobre derechos humanos y la Constitución española –seguro que con eso cambió de opinión–. La Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas lo aplaudió porque "la actitud más noble es el perdón". Eso: ¡cerremos las cárceles!

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