Memoria Pública

La Memoria Histórica, huérfana de la justicia

La iniciativa del juez Garzón consiguió reunir el trabajo realizado por los historiadores en los años 80 y 90 y el que llevaron adelante las asociaciones de memoria a partir del 2000. Sin duda se trata del mayor esfuerzo realizado en España por conseguir información sobre las consecuencias de la represión franquista.

De los tres equipos que se constituyeron para llevar adelante la causa, el judicial, el de expertos y el informático, solo este pudo llevar a cabo su trabajo de unificar toda la documentación recibida. El paso siguiente consistía en mostrarnos a los expertos el funcionamiento del programa, tras lo cual pasaríamos a depurar todo el material. Nada de esto llegó a ocurrir por el final abrupto del asunto. De este modo se perdió la oportunidad única de dar tratamiento jurídico a lo que hasta entonces no era sino historia y memoria.

Esta iba a ser la gran aportación de Garzón. Sin embargo, la derecha permanente, concepto que desborda ampliamente lo que sería la derecha política, consiguió abortar una iniciativa que amenazaba el discurso oficial establecido desde la transición. Solo por esto merecería ahora recuperar esa información y hacerla pública poniéndola al alcance de todos.

El reto consiste en depurar esa información sin comisión de expertos. El objetivo no sería otro que conseguir que alguna vez la justicia decida seguir con la causa.

Francisco Espinosa es historiador

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