Merienda de medios

Los agujerólogos atacan de nuevo

Como sus patrañas sobre el 11-M aún les resultan rentables, los agujerólogos han vuelto por donde solían en el quinto aniversario de los atentados. Quienes atribuyeron la matanza a ETA, implicaron al PSOE, trataron de anular las pruebas para dejar sin castigo a los culpables y fabularon una conspiración en la que estaba implicado hasta Manolete, siguen diciendo que quieren saber la verdad con notoria desvergüenza. Este año –explicaba Pilar Manjón en El País– han cambiado las cosas: "Por ejemplo, hay periódicos que hacen entrevistas con asesinos". La voz del 11-M se refiere a El Mundo y su serial para demostrar que con Jamal Zougam, condenado a 40.000 años, no se ha hecho justicia. Como nos descuidemos, Ramírez le organiza una colecta.

Retirado de la circulación su agujerólogo de plantilla, el diario que más ha desacreditado la profesión periodística en este siglo ha echado mano para su enésimo enjuague de Luis del Pino, un sujeto dispuesto a vivir de los atentados el resto de su vida. Esto es lo que decía ayer en Libertad Digital: "Nuestros investigadores tuvieron la inmensa suerte de encontrar una bomba sin estallar en una comisaría. Y, no contentos con eso, a continuación resulta que identifican a partir de esa bomba a Zougam, a quien, por una inmensísima suerte, un error judicial había puesto en el punto de mira de la Policía cuatro años antes. ¡Oiga! ¡Eso no es suerte! ¡Eso es el recolmo de la repanocha de la apoteosis de la recojomegasuerte! ¡Vamos, que no hay quien se lo crea!".

La sincronización de esta gentuza es de reloj suizo. Lean si no la carta a los corintios del apóstol Federico en la Cope: "Dijo Zapatero y mintió: ‘Inequívocamente terrorismo islamista’ ¿Terrorismo islaqué? (Pausa dramática) Ni ha habido investigación judicial salvo para ocultar pruebas, ni ha habido instrucción judicial digna de ese nombre (...) ni ha habido juicio porque aquello fue una farsa repugnante, ni hay arma del crimen porque no se ha querido averiguar (...). Como había que condenar a alguien rápido había tres personas, dos moros y un cristiano, esquizofrénico él, el otro tenía coartada pero 30.000, 40.000 años de cárcel... Total, ¿qué más da?".

Los homenajes

Reducido a la insignificancia el acto oficial en Madrid a las víctimas, boicoteado además por esa lumbrera del socialismo llamada Tomás Gómez, destacó el sentido recordatorio de Margarita Sáenz Díez. ¿Dónde? Si ayer era miércoles, en la Ser: "Quiero recordar de una manera especial a todos aquellos tullidos, discapacitados, afectados de forma irreversible (...). Hay una chica, que no recuerdo ahora mismo el nombre, que le falta un brazo, una pierna y una oreja. ¡De por vida!". En efecto, Margarita, las orejas no vuelven a crecer.

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