Merienda de medios

Salgado se cuela en la foto

La vida es así de injusta. Cinco años esperando una foto y llega una espontánea, se cuela detrás saludando y te la fastidia. Y eso que Elena Salgado siempre fue discreta, tanto que muchos ni sabían que todavía era ministra. Se asegura que ahora será vicepresidenta, que también lo será Chaves y que hasta Blanco tendrá cartera. De confirmarse esta crisis de Gobierno al descuido, voceada mientras Zapatero se dejaba coger del hombro por Obama y le juraba amor eterno, la duda quedará despejada para siempre: un feriante de perros piloto conoce mejor los entresijos del marketing que los estrategas de Moncloa. Moraleda, que era un portento, tiene dignos sucesores.

El hipotético ascenso de Salgado hizo feliz ayer a Miguel Ángel Revilla, casi tanto como a Solbes. "Esta señora (...) es la discreción, la corrección, el trabajo y la preparación (...). No es el momento de los genios que, por otra parte, a ver dónde están, porque esto no es el fútbol", aseguraba en Punto Radio el renombrado distribuidor de anchoas del Cantábrico y futuro presidente de su club de fans.

Pero no faltaron quienes, como El Mundo, sostuvieron que "la titular de Administraciones Públicas carece del prestigio, de la reputación y –sobre todo– de la formación del vicepresidente económico". Por muchas razones, incluidas las obvias, es evidente que Salgado no es un peso pesado, aunque tampoco sea para tomárselo a cuchufleta: "Por la parte femenina del Gobierno, todas las que han cogido peso han desaparecido. Esta señora se ha mantenido e, incluso, yo creo que ha adelgazado", se mofaba Tomás Cuesta en la Cope. Siguiendo este razonamiento, De la Vega puede estar tranquila.

¿Confirmará esta semana Zapatero lo que está en boca de todos? "No tengo ni idea", reconocía con socrática modestia Pilar Cernuda en Onda Cero. Eso sí, que iba a haber crisis, lo sabía desde el sábado "a través de alguien del entorno de Elena Salgado que, evidentemente, se ha ido de la lengua". Con tertulianos tan informados es que da gusto, oiga.

Así se especula

Lo que se pide a un opinador es que opine, que especule sobre la especulación, que se pregunte con la mayéutica de Ramoneda en la Ser si, al elegir a Chaves y a Blanco, es Zapatero el que acude al partido o es el PSOE quien los impone. Y si además se contesta a sí mismo, mejor: "Quizás es más bien Zapatero el que acude al partido". Lo de menos es que sea verdad.

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