Merienda de medios

Elogio de la locura

10-18.jpgPor primera vez en 72 años, un juez ha dicho en papel timbrado que Franco era un asesino contumaz que cometió crímenes contra la humanidad, que la impunidad le protegió a él y a sus compinches y que su insurrección fue ilegal y pretendía acabar con la República y con el Gobierno legítimo de España mediante el uso de la violencia extrema. Habíamos quedado en que la verdad era la verdad la dijera Agamenón o su porquero, pero el cuidador de cerdos y varios de su mismo gremio aseguran ahora que son historiadores y no han quedado convencidos.

El primero en poner objeciones a la resolución de Garzón ha sido Herodoto Vidal, un hombre que en los tres últimos años ha publicado 19 libros, todos ellos fruto de arduos minutos de investigación. Linterna en mano ha sentenciado ese jueves en la Cope que el auto "constituye un disparate jurídico, un dislate histórico y habría que preguntarse si no nos hallamos ante un caso de prevaricación". Siempre generoso, César el prolífico permitió al juez aferrarse a una tabla de salvación: "Como nos resistimos a creer que Garzón esté prevaricando o sea un ignorante, habría que pensar que el duro trabajo de instruir durante años causas penales ha terminado por afectar su salud".

En la supuesta locura de Garzón incidía ayer el editorial de El Mundo, al que ha hecho mucha gracia que el juez pida el certificado de defunción del dictador para declarar extinguida su responsabilidad penal, un formalismo jurídico similar al de solicitar al Congreso que acredite la condición de diputado de alguien que todo el mundo sabe que lo es antes de encausarle. "Alguien así no está ni moral ni mentalmente capacitado para enjuiciar a nadie", asegura el periódico más cuerdo del quiosco.

Otro cuerdo, Pío Moa, en un triple salto mortal con tirabuzón, logra incluso mencionar a ETA en su artículo de Libertad Digital: "Este pobre hombre (con mucho poder pero pobre hombre en suma) se dedica a perseguir ‘crímenes contra la humanidad’ achacados al franquismo por grupos ultraizquierdistas de nulo crédito intelectual, bien subvencionados por el mismo Gobierno que legalizó, pagó y dio eco internacional a la ETA". El juez estará o no tarumba, pero es cómplice "en la gran tarea de falsear el pasado, emprendida por los herederos entusiastas de quienes quisieron y organizaron la Guerra Civil", es decir el PSOE y la Esquerra. ¿Se estudia esto en la ESO?

La carta de Anson

No obstante, para ascender a la cumbre del delirio es preciso tomar la mano de Luis María Anson y dejarse conducir por los renglones de una carta que, tal y como nos relata en El Imparcial, ha enviado a Garzón para tratar de impedir la exhumación de los restos de García Lorca.

Afirma Anson que después de haber hablado con García Gómez en Bamiyán, con Martínez Nadal en Londres, con Luis Calvo en Saigón, con Dalí en su torre Galatea, además de con Neruda, Alberti, José Caballero, Pepín Bello y otros, está en disposición de proclamar lo siguiente: "(Federico) se moriría otra vez, asesinado no por los fascistas sino por los vanidosos, si alguien le hubiera dicho que se hurgaría en su esqueleto, que su calavera podría ser estudiada en un laboratorio, que sus tibias serían examinadas al microscopio...". Ya lo decía Dalí: "La única diferencia entre un loco y yo es que yo no estoy loco".

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