Merienda de medios

Entre progres anda el juego

11-04.jpgSánchez Dragó, que iba de budista y en realidad es un nigromante, ya lo había advertido hace año y medio en uno de sus monólogos tipo Club de la Comedia que se marcaba en Telemadrid. La debilidad de la derecha, nos dijo un día, es que tiene emboscados a muchos socialdemócratas ocultos. Al argumento se ha sumado ahora un granado ramillete de apóstoles de la cosa, que han descubierto el perfil marxista del popular González Pons por criticar la verborragia de la Reina y denuncian que Mariano el indiferente se nos haya vuelto progre. Todo esto ha ocurrido mientras sus homónimos al otro lado del espejo no han gastado ni una gota de tinta para resaltar el inusitado fervor monárquico de esos republicanos socialistas que nos gobiernan. El mundo al revés o, mejor dicho, patas arriba.

"Lo que dijo Esteban González Pons era una reflexión perfectamente legítima (eso, en cualquier caso) y absolutamente lógica en un portavoz del PSOE o de IU", asegura el apóstol Federico en su púlpito de El Mundo. ¿Que por qué cayó en la trampa de esa "urbanada minuciosamente urdida por la logia republicana de la Zarzuela" y afirmó que nuestra esfinge griega tiene esas opiniones de los gays porque es católica y más antigua que la copla? Pues porque el PP tiene interiorizado "no sólo el discurso sino el modelo político de la izquierda", y así le luce el pelo.

Sería lógico presumir que si el PP favorece al PSOE por pedir neutralidad a la reina, a la inversa, los halagos del Ejecutivo a la primera dama equilibrarían la balanza. Nada más lejos de la realidad. "El genuino Plan Pons de Belleza En Siete Días, o cómo convertir el asperón en terciopelo (...) El ínclito González Pons no se imagina hasta qué punto le ha hecho el caldo gordo a Rodríguez Zapatero y qué flaco servicio le ha prestado a sus huestes", asegura Tomás Marco en ABC.

Todo se resume en la definición de "progre de derechas" que José Manuel de Prada –un hombre que se escucha a sí mismo incluso cuando escribe– aporta a la ciencia política en plan trabalenguas: "Un progre de derechas es un tonto útil que sabe a ciencia cierta lo que piensa una señora católica de setenta años; en cambio, no sabe ni siquiera si piensa por sí mismo o piensa lo que otros desean que piensen", tal es el desenladrillador pensamiento que nos transmite en ABC.

El PP, de la inopia y las tinieblas

Lo de Pons es sólo la muestra de que el PP, como Marlow, vive horas terribles en el corazón de las tinieblas. César Alonso de los Ríos –sí, también en ABC– vuelve a hacer un alto en su artículo perpetuo sobre la rendición del Gobierno ante ETA para ilustrar la tragedia: "La toma de distancia de Esteban González Pons (...) y la apuesta de Jorge Moragas por Obama y McCain, a la vez, nos llevan al corazón de los problemas del PP, esto es, a su indefinición programática, a su desdibujamiento ideológico".

El PP era una piña de hormigón armado cuando perseguía al PSOE en las encuestas, pero ahora que está a la par o por encima se descompone. Es un circo al que le crecen los enanos, explica Martín Beaumont, en El Semanal Digital. Eso sí, ni un solo reproche a Pons, persona a la que el autor admira desde que el entonces conseller valenciano regó a su empresa Mediamed con más de una docena de emisoras locales en Valencia. "España camina por un lado y el PP está a su rollo", asegura este periodista independiente nacido para la radio. Que lo sepan.

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