Merienda de medios

¡Viva el emperador!

11-05.jpgSi no se ha repetido el mismo escándalo de 2000 cuando Al Gore tuvo que cambiar la presidencia de EEUU por el carnet de Greenpeace, a estas horas ya tendría que conocerse el nombre del futuro emperador del mundo. Todo parecía apuntar a Obama, y ha sido este síndrome del caballo ganador el que ha unido en sus preferencias a buena parte del columnismo patrio, que habría corrido, como es habitual, en auxilio del vencedor. Claro que ha habido excepciones dignas de mención.
Entre estas últimas está la de Francisco Marhuenda, director de La Razón, quien ayer mismo en la Cope exponía su singular punto de vista: "Obama es bastante fraude porque ni siquiera es que venga de esos negros esclavos sino que es el hijo de una progre rica, de una familia acomodada blanca (...) Es el prototipo del progre que tanto gusta a la izquierda en España (...). Obama es un fraude, un radical peligrosísimo, como su esposa Michelle, que esa sí que es negra (...) Yo confío en que gane McCain por el bien de EEUU y del mundo libre".

¿Significa esto que Marhuenda tiene un tic racista o que está obsesionado con los progres? Es posible, pero lo que queda demostrado es que el director de La Razón no hace los editoriales de su periódico y, lo que es peor, tampoco se los lee: "Obama –dice el rotativo– responde a una nueva mentalidad ganadora que ha calado en un electorado ávido de cambiar de paisaje político". ¿A qué se dedica Marhuenda los días laborables?

La segunda excepción procede de Sánchez Dragó, que iba a exiliarse para huir de Zapatero y que no ha debido de encontrar billete en Air Europa. En su artículo de ayer en El Mundo, además de manifestar su pasión por la democracia –"rara vez acierta el pueblo cuando vota"–, se posiciona contra Obama porque le apoyan los progres –"si no fuese negro, casi nadie le votaría"– y se decanta, ¡oh sorpresa!, no por McCain, sino por Sarah Palin: "Si yo tuviera calabaza en ese Halloween votaría a la Palin, aunque fuese negra, pero no por serlo".

¿Cómo salvar la contradicción y apoyar al candidato de la progresía siendo de Logroño y dirigiendo El Mundo? La pregunta de su editorial de ayer –"Por qué queremos que gane Obama"–, ya fue respondida Ramírez en su filípica dominical: "Porque pronto sabremos quiénes eran anti-Bush y quiénes antinorteamericanos". Miguel Ángel Aguilar en El País despejaba la duda: "Somos pro norteamericanos". Aclarado queda.
A contracorriente, ese esforzado nadador que es Herman Tertsch rompía en el ABC una lanza por George W., a quien, como a Castro –con perdón–, la historia le absolverá: "Estoy convencido de que dentro de dos décadas el balance que se hará de la historia de los ocho años de George Bush no será tan demoledor (...) La vida sin Bush va a ser mucho más ardua de lo que creen". ¿Quiénes? Los de izquierdas, of course.

Peligro a la izquierda

Ahora bien, ¿qué es la izquierda? Nos lo aclara un estudioso del tema, Javier Somalo, empleado de Federico I, director de Libertad Digital y coautor de un libro el que tipos como César Vidal cuentan su tránsito a la fe verdadera. La izquierda es "peligrosa, siniestra, mentirosa, engañabobos...", salvo la única decente, "la que encarna Rosa Díez". Somalo la querría ver de jefa de la oposición con Esperanza Aguirre de presidenta del Gobierno. Este chico tiene futuro y la lección bien aprendida.

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