Merienda de medios

El sueño americano y sus bostezos

11-06.jpgLa mayoría no pegó ojo hasta las cinco de la madrugada y comprendió, al fin, la verdadera dimensión del sueño americano. Afectados por la vigilia pero inasequibles al desaliento, algunos de nuestros opinadores más pertinaces han logrado apostillar en tiempo y forma la histórica elección de Obama como presidente de EEUU. Se han esforzado por responsabilidad histórica y porque saben que en sus manos está impedir que la sociedad camine a ciegas sin sus certeros puntos de vista. They also can, que diría el futuro inquilino negro de la Casa Blanca.

Poco antes de las diez de la mañana de ayer, Luis del Pino, ingeniero de profesión y agujerólogo vocacional, lograba colocar en su blog de Libertad Digital un análisis de urgencia sobre el triunfo del candidato demócrata: "Ha pedido libertad individual y unidad nacional, y ha hecho un llamamiento para despertar un nuevo patriotismo. Como si fuera un tertuliano de la Cope (...) El triunfo de Obama ha sido recibido por los verdaderos tontiprogres como una especie de venganza retardada sobre George Bush Junior, como una batalla más de la Guerra de Irak. Hoy, todo progre que se precie se siente un poco Hussein, pero no por Barak Hussein Obama, sino por Sadam".

Interesante perspectiva, aunque los seguidores de Del Pino estamos muy decepcionados por su clamoroso silencio acerca del otro gran tema de la jornada. ¿Por qué el revelador de enigmas más importante desde el Renacimiento no menciona que el hijo de Bin Laden que ha pedido asilo en España es clavadito a Diego el Cigala? ¿Habrá una conjura gitana y flamenca para devolver Al-Andalus a los descendientes del Profeta? ¿Qué ha sido de tu olfato, querido Luis?

Volviendo a Obama, Pedro-Juan Viladrich en lanación.es, el referente digital de esa derecha moderna que se agrupa en Intereconomía, nos muestra la enorme complejidad de opinar atinadamente antes del vermut: "¿Cómo será el mandato Obama para USA, para el mundo y para España? –se pregunta–. Creo que el lector, con alivio, me exonerará hoy de responder a cuestión de videncia y, sobre todo, compleja". Disculpado Pedro-Juan, faltaría más.

Hay que reconocer que, en este menester de la opinión relampagueante, la veteranía es un grado. Desde El Plural, frisando el mediodía de ayer, Enric Sopena respondía a algunos de estos interrogantes con esa gélida imparcialidad a la que nos tiene acostumbrados: "No va a ser fácil la gestión de Obama. Los votantes, y los que fuera de EEUU hubiéramos querido también votarle hemos de asumir que Obama no es Dios y, por tanto, todopoderoso. Se equivocará y generará a veces una cierta frustración. Pero que sepa que contará desde España con millones de ciudadanos que le apoyaremos y le respaldaremos por encima y más allá de sus errores. ¡Mucha suerte Barack! Tu suerte será la nuestra".

La CIA pontificia

Para quien la suerte está echada es para Bush, a quien Santiago Martín, el mejor analista con alzacuellos del momento, dedica un responso en La Razón. ¿Acertó con Irak?, se cuestiona. "Lo que yo sé es que Juan Pablo II le desaconsejó que emprendiera ese camino. La Iglesia suele tener muy buena información y estoy convencido de que si allí hubieran existido las supuestas armas nucleares que sirvieron para justificar la guerra el Papa no se habría opuesto como lo hizo". Por lo visto, la inteligencia vaticana es la bomba.

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