Merienda de medios

Las monedas de Judas

Hay papeles que marcan. De Johnny Weissmüller, el Tarzán más famoso, cuentan que se le fue la pinza hasta el punto de que nadie pegaba ojo en el manicomio cuando el gran mono blanco llamaba a gritos a su colega el elefante. Teddy Bautista, el sempiterno presidente de la Sociedad General de Autores (SGAE), hizo de Judas en Jesucristo Superstar, y desde entonces cobra 30 monedas de oro a todo bicho viviente con el que se cruza, sobre todo si siente que tararea. La obsesión es lo que tiene.

La última de Bautista ha sido colar a un detective en una boda para pillar in fraganti a los invitados cantando achispados Paquito el Chocolatero sin pagar derechos de autor. Le han calzado 60.000 euros por indiscreto. En la multa ha visto Luis Herrero la posibilidad de hundir a ese gran oso amoroso de los autores llamado Teddy: "Voy a mandar a la SGAE invitaciones duplicadas (de boda). A 60.000 euros la infracción les arruinamos en dos o tres años", profetizaba ayer en la Cope.

Ignora Herrero que los presidentes del Gobierno pasan y Eduardo continúa. De su vida anterior a la SGAE quedan vagos recuerdos: "Yo le respetaba bastante cuanto tocaba o cantaba en Los Canarios, que ahora no sé si tocaba o cantaba. Pues a eso es a lo que se tenía que dedicar. ¡Qué vuelva otra vez a Los Canarios!", suplicaba José Antonio Vera en la tertulia de Onda Cero. El dato lo ha eliminado Bautista de su biografía pública. Esto es lo que dice de sí mismo: "Fue protagonista importante en la vida musical en las décadas de los años 60 y 70 en España". ¿Cabe mayor modestia?

Estamos ante un hombre de recursos, capaz de infiltrar a Anacleto en un convite, y eso no se perdona: "El avispao que se cuela en las bodas y bautizos para cazar un canapé volador (...) ha pasado a la Historia. La SGAE cuenta con auténticos profesionales y busca hacer de los gorrones una profesión respetable", dice José Carlos Rodríguez en Libertad Digital. Ahora bien, ¿es respetable que la Cosa de Teddy quiera "arañar unos euros" al ciudadano de a pie "mientras algunos de sus célebres socios es investigado por la presunta evasión de millones a Liechtenstein"? Hasta El Mundo cree que no.

De oso a oso

Eso sí, a discreto no hay quien le gane. "La gestión está sumida en la opacidad y la cúpula (de la SGAE) es un modelo de falta de transparencia y de caciquismo", afirma Alfonso Basallo en La Nación. Y lo innegable es que el sistema funciona. ¿Por qué el "primario" Tardá, el gran oso del hemiciclo, acabó su mitin con un "Visca la República, mori el Borbó!", mezclando un grito de la guerra de Secesión con otro de la de Sucesión? Pues para no pagarle derechos a Teddy. Joder con los plantígrados.

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