Merienda de medios

¡Ave, Cayo!

Cayo Lara, el nuevo procónsul de IU, ha caído muy simpático a los círculos de la derecha porque ha empezado a hablar de huelga general, una expresión justificadísima del malestar social siempre y cuando no gobierne el PP. Así que, salvo Javier González Ferrari, que no tiene "la más remota idea de quién y cómo es Don Cayo" y le augura en La Razón "una duración más bien corta" al timón de "ese buque fantasma conocido como Izquierda Unida", el resto del columnismo más diestro hace votos para que el azote del Pocero lo sea también de Zapatero, rima mediante.

El maestro Raúl del Pozo –también en lo de seguir aparentando que alguna vez simpatizó con la izquierda–, describe en El Mundo a la nueva esperanza roja con tintes épicos, líricos y hasta dóricos porque, como dice, "todo empezó en Grecia". De ese "gañán y asceta" que es Lara, afirma que "parece un tipo corriente, un campesino de donde nace la gente llana, no el Warren Beatty de Reds, pero cree que ha llegado la hora de que el PCE despierte y vuelva a pasearse a cuerpo por las calles".

En ABC, Ignacio Camacho no sabe exactamente si Lara tiene "mucho entusiasmo, mucha confianza o muchos huevos para aceptar el cargo en un momento así", pero le augura cierto futuro: "Si Izquierda Unida se pone al frente de esa frustración popular y le añade una pátina ideológica de anticapitalismo, al pairo del reciente descrédito del sistema, quizá logre abrirse un sendero por el que transitar acompañada de trabajadores cabreados, desempleados recurrentes, jóvenes sin futuro y demás habitantes a la orilla de la desesperación".

Basta escucharle hablar para comprobar que Cayo no es Séneca. Pero es capaz de decir algunas verdades que incomodan, tal y como podría atestiguar Carlos Herrera, que ayer le entrevistó en Onda Cero. "Coincidirá conmigo mucha gente en que el mejor desarrollo de lo que conocemos como socialdemocracia, en medidas sociales y derechos de los trabajadores en Occidente, se ha producido cuando había un contrapunto al sistema capitalista en el otro bloque (...). Hay una crisis de la civilización; ésta es la crisis que está provocando el sistema capitalista". Y así.

Empanadillas para la izquierda

De momento, una tal María José Navarro, en La Razón, tan arrojada como para estar cerca "de un grupo de intelectuales de izquierda" y llevarles "unas empanadillas de bonito" para que aprecien lo que es "el buen vivir", desea lo mejor al sustituto de ese "plomazo", "sieso" y "aguafiestas" de Gaspar Llamazares. "Así me evito desearle lo mejor a Eberhaard Groske. No es por nada, es que no sé decirlo", concluye María José, de Martes y 13. Por poner un pero, le faltó el saludo: ¡Ave, Cayo! Hay que ser educados.

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