Merienda de medios

La familia es lo primero

Llevaba razón Gistau ayer en El Mundo cuando rebatía al cardenal Rouco por citar como ejemplo de "verdadera familia" a la formada por José, María y el niño que está en la cuna. "Es complicado que el modelo de familia normal esté representado por una virgen a la que un arcángel anunció que había sido fecundada por el Señor: casos así no abundan en las maternidades de la Seguridad Social", aseguraba. Y es que la fecundación por paloma interpuesta es difícil de aceptar hasta para los amantes de la colombofilia. Son cosas que no ocurren ni en las mejores familias.
La multitudinaria misa exaltadora de la familia cristiana celebrada el domingo en Madrid sirvió a Juan Manuel de Prada para recordar en ABC que "la familia es una institución natural a la que Dios comunica una gracia sobrenatural". Pese a ello, De Prada, que no debe fiarse por completo de la gracia divina, alerta de la gran conspiración puesta en pie por los "propagandistas de la mentira" y sus efectos: "matrimonios deshechos a velocidad exprés (...); hijos desparramados y convertidos en carne de psiquiatra; abortos en cantidades industriales; nuevas fórmulas combinatorias humanas negadas a la transmisión de la vida, etc.". ¿Va a poder Zapatero más que Dios?

Ni José Apezarena, que es sabio y del Opus, tiene la respuesta. A lo más que llegó fue a preguntarse en El Confidencial Digital por qué Rouco organizó un acto tan complicado con lo mal que está el tiempo. "Con la defensa de la familia está en juego tanto, que vale la pena asumir el riesgo del fracaso. Merece la pena el gastar energías y trabajo de muchos, y convocar a la gente a pasar frío en la calle durante dos horas. Para que se oiga su voz". No extrañó, en consecuencia, que un tal Navajas, el bloguero de la fe, se pasara un folio en La Razón dando las gracias a los asistentes. "Gracias por hacer un poco más austera la cena de Navidad y así ahorrar para el transporte y el hotel de toda tu familia. Gracias, porque ya has adelantado a tus hijos que este año los Reyes van a traer un poquito menos de regalos (...) Gracias, hijos, porque vuestra oración, sencilla y breve, también ha llegado al cielo". Gracias Álex por no escribir a diario.

No hubo milagro

Tanta oración no obró el milagro de ganar para la causa al tenaz matrimonio cristiano formado por Enric Sopena y Margarita Sáenz Díez. Para él, que fue de la Obra antes que del PSOE, fraile antes que monaguillo, hubo en Madrid una concentración de "sepultureros", que "enterraron una vez más toda esperanza de que la religión católica vuelva a ser algún día la de Jesús de Nazaret" (El Plural). Para ella, que fue Demóstenes y se le ha olvidado, "hay otros modelos familiares comprometidos radicalmente con la familia" (Cadena Ser). También en la duda hay fe.

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