Merienda de medios

Opiniones sobre Gaza

Los medios de comunicación se retratan en los editoriales, pero no sólo. Y siendo verdad que un periódico no tiene por qué compartir la opinión de sus colaboradores, no lo es menos que algunos de ellos son utilizados para decir lo que la empresa no se atreve o la prudencia no aconseja. Es tan improbable que el cardenal Rouco se manifieste en un artículo a favor de la eutanasia como que Marina Castaño deje sin cobrar algunos de los que perpetra. Más allá del pluralismo, si algo se publica es porque el responsable del medio quiere o lo busca.

La muerte de cerca de quinientos palestinos no había sido suficiente. Tuvo que producirse el ataque a unas escuelas de Gaza gestionadas por la ONU para que El País considerara en su editorial de ayer que Israel "pone en entredicho su propia credibilidad cuando asegura que está haciendo todo lo posible para evitar víctimas civiles". Se condena, sí, pero con tibieza, posiblemente porque es lo máximo que sus lectores de izquierdas podrían asumir. Nótese la diferencia respecto a El Periódico: "Israel ha ido demasiado lejos y su imagen quedará teñida en Gaza por la sangre de los inocentes".

Para decir lo que posiblemente se piensa se utiliza al columnista. El pasado martes el diario de Polanco publicaba un artículo del filósofo André Glucksmann en el que justificaba los ataques judíos y renegaba de quienes los creen desproporcionados. "¿Cuál es la proporción justa que hay que respetar para que Israel cuente con unas opiniones favorables? (...). ¿Convendría que Israel espere pacientemente a que Hamás, gracias a Irán y Siria, ‘equilibre’ su potencia de fuego? A no ser que se trate de equilibrar no sólo los medios militares sino los fines que se persiguen (...) ¿De verdad queremos que Israel refleje ‘de formar proporcional’ los deseos exterminadores de Hamás? (...) Querer sobrevivir no es desproporcionado".

Otro tanto ocurre en La Vanguardia, donde la tibieza editorial alcanza la calidez: "La organización terrorista Hamás, que cuenta con 15.000 milicianos armados en Gaza, además de centenares de miles de simpatizantes, y que fue quien hace un mes puso fin a la tregua, tampoco ha dado muestras de querer un alto el fuego ni de pensar en la rendición pese a las importantes bajas civiles, entre ellas mujeres y niños, que comporta su resistencia armada". Por tanto, Israel mata inocentes pero la culpa es compartida.

La izquierda, contra Israel

Y para hablar claramente se tiene a mano a Pilar Rahola con su "histeria antiisraelí" del pasado martes. "Es cierto que contra Israel la izquierda intolerante vive mejor (...). Lo que está ocurriendo en Gaza es trágico. Pero no empezó con la incursión de Israel. Y cargar todas las culpas contra Israel es cómodo y es simple, pero no sirve de nada. Porque el principal enemigo del pueblo palestino palpita en su interior". Pues eso.

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