Aston Villa’s John Carew heads the ball clear during their English Premier League match against Liverpool at Villa Park in Birmingham, central England, December 29, 2009.   REUTERS/Darren Staples

"Nieve. Muy bonita en esas postales navideñas, ¿no creen? Divertida para los niños pequeños. También para los pingüinos del zoo. Pero, ¿para los fotógrafos cubriendo el fútbol? Brrrrrrr. No lo creo."

Así comienza un magnífico artículo del fotógrafo Darren Staples, con el título de "Let it snow, let it snow, let it snow...?" (En referencia a una famosa canción navideña), en el blog de la agencia Reuters. Él es el autor de la fantástica foto que encabeza el post y que mi compañero Fernando Sanchez y yo vimos el día 29 en el servicio de la agencia. Es una imagen impresionante del partido que jugaron el Aston Villa y el Liverpool bajo la nieve. Pero detrás de una gran foto hay un fotógrafo muriéndose de frio como cuenta el compañero Darren en el blog de la agencia. Supongo que hoymuchos fotógrafos se sentirán identificados con el relato.

"Probablemente la única razón por la que será recordado este partido será la nevada. )0 minutos junto al campo sintiéndote como un polo. Pero el tiempo y no el partido, fabricaron la foto. Con una velocidad lenta de obturador puedes conseguir que la nieve o la lluvia parezcan más intensas de lo que son y que una foto sea más dramática. Con un poco de oportunismo, o buena suerte, puedes conseguir una foto así, con el agua saliendo del apelota y de la cabeza del jugador haciendo que parezca que tiene una especie de halo."

Son muy interesantes los detalles técnicos que nos ofrece Darren sobre su trabajo en el estadio bajo la nieve...

"Enfocar es muy difícil porque tu lente se centra en los copos de nieve, no en los jugadores. Necesitas llevar puestos unos guantes lo suficientemente finos como para poder seguir utilizando los controles de la cámara y llevo una cazadora muy acolchada que me hace parecer un luchador de Sumo. Pero no soy solo yo. La cámara también lleva una "cazadora" impermeable. Esta hecho de fábrica y protege mi 400mm y el cuerpo de cámara."

Explicaciones no solo sobre la toma, sino también de la transmisión y de lo que debe sufrir el fotógrafo que trabaja en estas condiciones climatológicas... Ya he hablado otras veces de la bolsa de basura que siempre llevo en la bolsa de la cámara.

"Ya tienes la foto, ¿Cómo la envías a la mesa cuando todo esta mojado y no quieres que tu portátil explote? Simple. Pillas un rollo de cinta de embalar de Reuters y la parte del suelo de una tienda de campaña y todo eso lo conviertes en una bolsa casera donde puedes introducir el ordenador y tu cabeza. Pero no es solo el tiempo contra lo que tienes que luchar. Hay otras 45.000 personas en el partido que quieren llamar por el móvil y decirles a sus colegas lo que ocurre. Eso satura la red y las fotos se suben tan despacio que probablemente sería mejor ir andando hasta Londres o en este caso hasta Singapur para entregarlas en mano."

Liverpool’s Fernando Torres (2nd L) celebrates his goal against Aston Villa during their English Premier League  match at Villa Park in Birmingham December 29, 2009.   REUTERS/Darren Staples

"Entonces estás en los tres minutos del descuento, el partido está 0-0 y, ¿qué ocurre? Fernando Torres marca... en el lado opuesto a donde yo estaba sentado. Llega la frustración."

Es muy importante enviar las fotos y que lleguen pronto a la mesa de edición. Darren hace referencia a Singapur. Reuters tiene una oficina en Singapur en la que los editores reciben todos las fotos, revisan los pies de imagen y envían el trabajo al servicio llegando las imágenes a los diferentes abonados de los medios de comunicación. Es fatal cuando el partido está cero a cero y marcan en el último minuto. En muchos casos tienes la hora de cierre pegada y ya tienes puesta en la maqueta una foto que te llegó en el descanso. Al cambiar el resultado es probable que llegue una imagen del tanto... pero igual no tienes tiempo de esperarla. En el caso de Darren la frustración es grande, el gol le ha pillado en el otro lado del campo.

"Y a la mañana siguiente, cuando tenía pensado tirarme unas bolas de nieve con mis críos, ¿qué ocurre? Que toda la nieve se ha ido. Así es la vida."