Modos y Modas

Inteligencia subnormal

CUALQUIERA TE DICE NADA// ALBERTO OLMOS

Hay algo adictivo en la estupidez. Dalí relata en su Vida secreta que empezó de manera natural a hacer locuras y que acabó haciéndolas conscientemente, dado que esa actitud le daba acceso a áreas insospechadas de saber y de disfrute. La estulticia daliniana, aún hoy a debate, sigue siendo la cara visible de muchos personajes públicos, y resulta casi irritante tratar de distinguir entre farsantes farragosos y auténticos genios. El Chikilicuatre, por ejemplo. Su canción es idiota y no me interesa lo más mínimo. Sin embargo, un grupo musical como Los Punsetes acuña también letras medio subnormales, pero mientras los escucho siento que estoy ante algo delirante y divertido, genial. La música española lleva mucho tiempo asistiendo a la carrera de fondo de otro artista descomunal: Sr. Chinarro. ¿Por qué la sociedad asimila tan gratamente la estupidez estúpida y desprecia la estupidez inteligente? Preguntarse por "el porqué de mis peinados" es tan brillante que borborigmos pre-cerebrales como chiki-chiki o aserejé deberían quedar prohibidos en cualquier espacio en el que dejen fumar. A los niños les gustan, pero nosotros no somos niños y cuando tienes un cáncer de pulmón a la vuelta de la esquina lo mínimo que esperas de una canción es que esté a la altura de un absurdo (la vida) que sólo se retrata riéndose directamente de ella, y no de lo que haces. La diferencia, sí, es que Sr. Chinarro no humilla la música.

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