Modos y Modas

El lado oscuro

AGUAS HELADAS// LORENZO SILVA 

Toda alegría colectiva tiene un reverso de oscuridad y frustración. A veces resulta lógico y en cierto sentido natural: verbigracia, que los alemanes anden estos días cabizbajos. Pero este es un país tan interesante que nos ofrece, sin salir de las fronteras, ejemplos insignes de ese lado oscuro de la fiesta. Incluso tratándose de un éxito como el que nos ocupa, protagonizado por un grupo de tipos trabajadores, talentosos y simpáticos, que no dejan indiferentes ni siquiera a quienes consideramos que el fútbol es un sobrevalorado opiáceo popular, ya ven ustedes: hay a quien le revienta. Ahí está Urkullu, sin ir más lejos, rumiando en su rincón sus mezquinas y ambiguas palabras antes de la final. O Fernando Hierro, que no puede disimular el ardor de estómago por el éxito del entrenador que tan notoriamente no es de los suyos. O todos los que se duelen íntimamente de que en la selección convivan sin problemas todas las lenguas y culturas de España, y se subraye una y otra vez que la camiseta es, como resulta patente y manifiesto, roja y bien roja. Dice el refrán que nunca llueve a gusto de todos, pero omite explicar que eso es porque a menudo hacemos nuestro gusto del disgusto ajeno, y viceversa. Hay otro lado oscuro de esta euforia, y es que se la use para distraernos de otras cosas, al rancio modo. Alguno ya se ha deslizado por esa pendiente: más vale que mire y medite a quien le asemeja el truco. No han sido más, ni menos, que seis hermosos partidos de balompié.

Más Noticias