Modos y Modas

Ligerezas

¿VENTANA O PSILLO?// ISABEL REPISO

Llegó el verano y nos dio la pájara. El relajo se impone en la parrilla televisiva y no sólo. La otra noche asistí atónita al contenido radiofónico más currado del año cuando retransmitieron (es un modo de llamarlo) ¡un truco de magia! Vayan ustedes a saber si el cinco de picas era eso o algo parecido. Con razón el programa se llama A ver si te atreves. Lo próximo con lo que podían deleitar a los oyentes son concursos de acrobacias, con la buena fe como único criterio valorativo. Lo cual ya sería una declaración de intenciones que sólo podría saldarse rebautizando el espacio A ver si te atreves... a escucharnos. Esto lo cuentas y no te cree ni Caponata. Se imaginan que te lo inventas. Ojalá, pienso. Ya me gustaría ser así de absurda más días al año. Al modo de Los conejitos suicidas de Andy Ridley o la cyborg de Park Chan-Wook [googlea, googlea maldito]. Este tipo de descubrimientos radiofónicos demuestra que los sketches nacional delirantes no son exclusivos de Joaquín Reyes. Hay vida más allá. Para desternillarte, basta ser un pobre insomne y sintonizar el programa adecuado, a la hora precisa. Luego está el cada vez más manido recurso de proponer acertijos, dejar que los tertulianos piensen en voz alta y, tras pregonar la marea de e-mails que proponen una solución, desvelar el misterio. Me pregunto por qué tanta necesidad de aligerar contenidos. Total, el que está de vacaciones se pierde. La gracia consiste en eso. Y si no, ¡qué pereza!  

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