Modos y Modas

Maddie, caso cerrado

LORENZO SILVA// AGUAS HELADAS

La justicia portuguesa ha decidido cerrar el caso de la desaparición de la niña británica Madeleine McCann. Resulta frustrante, cuando se sigue sin saber qué sucedió con la pequeña, pero hay que entenderlo. Ha sido más de un año de investigación retransmitida casi en directo por los exasperantes medios sensacionalistas del Reino Unido, cuya más notoria cualidad es la de hacer añicos todo lo que se les pone por delante. Los investigadores portugueses primero apuntaron por la vía de la desaparición, que era la que sugería la telegénica pareja McCann, y su falta de avances en esa línea los expuso a los zarpazos de la fiera, que poco menos que los tildó de paletos incompetentes. Luego, cuando algo empezó a resultar mosqueante en la conducta previa y subsiguiente de los afligidos progenitores, los policías lusos cumplieron con su deber señalándolos formalmente como sospechosos, lo que entre otras cosas les daba a los McCann mayores garantías de defensa. Y los tabloides volvieron a sacar tajada, primero apuntándose a la imputación, luego desdiciéndose olímpicamente para volver a dejar a quienes la habían formulado a los pies de los caballos. Los indicios no se han convertido en pruebas concluyentes, las teorías alternativas no funcionan, así que, hartos de recibir, los portugueses se rinden. Pero no nos engañemos: la verdad sigue estando oscura, Madeleine quién sabe dónde, y la única ganancia, en los bolsillos de los buitres que revolvieron esta carroña.

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