Modos y Modas

Aguas heladas

DESPRECIO AL PRÓJIMO // LORENZO SILVA

Los dos tipos murieron hace más de un siglo, y su filosofía política quedó arrumbada en el desván de los trastos hace un par de décadas. Pero para la poesía quedará siempre la metáfora de las primeras páginas de su Manifiesto, esa según la cual el capitalismo nos habría sumergido en las aguas heladas del cálculo egoísta. Alguno pensará que escoger como lema una expresión de Marx y Engels constituye supino anacronismo y un indicio de insensatez. Respecto de esta última, nunca puede descartarse: como ya escribiera Montaigne, nadie está exento de caer en la necedad y menos que nadie, quizá, un columnista.

Pero si bien es cierto que las utopías marxistas han sido trituradas con oprobio en la turmix de la Historia, las aguas heladas del viejo barbudo no son en absoluto una imagen pasada de moda. Al revés, han adquirido una vigencia escalofriante, al convertirse en el medio en el que nadamos ya en todos los ámbitos, más allá de la economía. Han invadido las costumbres sociales, las relaciones familiares y personales. Y hasta se han hecho cine.

Véase como muestra el elenco de Death Proof, la última película de Tarantino: una galería de seres banales, que se dedican a darse gus-to con notable desprecio del prójimo. Como apoteosis, tres de ellos linchan gozosamente a otro.
No ha ido muy bien en taquilla. Nos incomoda mirarnos al espejo.

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