Cabeza de ratón

Un habano en Nueva York

Mariano Rajoy lanza al cielo de la Sexta Avenida de Nueva York bocanadas de humo del habano que enarbola. ¿No estaban prohibidos los habanos en USA?. Tal vez sea un farias de cosecha nacional porque Mariano está en Nueva York para vender la marca España, que eso es España, una marca comercial con muy mala imagen en los mercados. Durante su estancia en Estados Unidos, el presidente español se ha encontrado con un reportaje del New York Times sobre la situación social española en el que aparecen mendigos husmeando en las basuras y familias desahuciadas.

El 25-S, con indignados de todas las familias rodeando el congreso, los diputados rechazaron una propuesta sobre el aprovechamiento de alimentos sobrantes de las grandes superficies: 142 votos a favor 171 en contra. También votaron en contra de la limitación de los sueldos de los parlamentarios: 6 votos,6, a favor y 308 en contra y rechazaron una normativa contra el fraude fiscal por 128 contra 170.

"La percepción de la imagen de España no se corresponde con la realidad" declaraba el primer vendedor de la marca ante la escéptica audiencia neoyorquina. Nunca dejes que la realidad empañe una buena imagen. Como mercancías etiquetadas con la marca España los ciudadanos estamos devaluados, somos alimentos sobrantes y caducados, arrojados a los contenedores de las grandes superficies financieras. No nos quieren ni rebajados. España es un país de recortable pero las líneas de puntos no son líneas rojas, aún se puede meter más tijera, salvemos a los bancos y todo se nos dará por añadidura. Las autoridades económicas europeas, autoridades por antonomasia y por encima de los vendedores políticos, invitan a recortar más salarios y pensiones para revaluar la marca hispánica, colonia, sucursal periférica de la Unión Europea que aspira a convertirse en marca blanca y a pasar de los mercados a los mercadillos.

Sigamos con el sermón de Rajoy ante los paganos neoyorquinos: "Permítanme que haga un reconocimiento a la mayoría de los españoles que no se manifiestan que no salen en las portadas de la prensa y que no abren los telediarios". Por lo menos no abren los telediarios de la primera cadena pública. TVE ha pedido perdón por haber relegado a los minutos basura del Telediario de mayor audiencia la manifestación independentista de Barcelona. Bienaventurados los pobres de espíritu y bienaventurados los mansos porque ellos heredarán la tierra, o lo que nos dejen de ella. Rajoy invoca a la mayoría silenciosa pero, haciendo honor a su nombre, la mayoría silenciosa no contesta, no se compromete ni en un sentido ni en otro, calla pero no otorga y hay quienes perciben los primeros balidos de indignación entre el silencio de los corderos.

El puro de Rajoy despliega una cortina de humo, de malos humos sobre la Sexta Avenida. El primer vendedor de España y quinto de Alemania exhuma la reivindicación de Gibraltar como en los malos tiempos del pertinaz franquismo. Gibraltar español y Cataluña catalana. "Es español el que no puede ser otra cosa" sentenció en un momento de lucidez el político conservador Cánovas del Castillo. El mal gobierno, el desgobierno del Partido Popular, aviva el independentismo catalán, la "deriva soberanista" como la llaman los coleccionistas de eufemismos. Con el govern de Mas seguirían los recortes pero se llamarán "retallades". Cataluña no quiere depender de Madrid sino de Berlín con parada en Bruselas. Mal momento para dejar de fumar piensa Rajoy en Nueva York mientras envía señales de humo a la mayoría silenciosa que mira para otro lado. El Parlamento catalán aprueba por abrumadora mayoría la consulta independentista y el Gobierno central amenaza a Mas. La "deriva soberanista" colisionará con el iceberg de La Moncloa si no se ha disuelto todavía, como el hielo polar, en un maremágnum de confusos márgenes. Los hombres de negro desembarcarán en Madrid y en Barcelona y nos pillarán discutiendo sobre encajes constitucionales y puñetas bordadas de magistrados. La Constitución es una constitución, si le quitamos las respetuosas mayúsculas, es posible que podamos entendernos.

Más Noticias