Las diputadas del PP votaron como un solo hombre por una ley del aborto inamovible. Algunas mujeres y algunos hombres del partido del Gobierno se habían mostrado en contra de esta norma restrictiva, injusta y criminal que despoja a las mujeres del derecho a usar su propio cuerpo. Las diputadas, presuntas disidentes del PP, cerraron filas en la votación secreta que había planteado el PSOE. No hubo Caballo de Troya, las rebeldes tuvieron que elegir entre su conciencia y la disciplina de partido y eligieron la segunda para seguir con su escaño al servicio de lo que mande el señorito. Celia Villalobos (La Villalobos es un lobo para el hombre) justificó la indisoluble unidad de los suyos por no votar a favor de una propuesta del PSOE, propuesta, un poco fraudulenta (¿?), según la diputada, a la que vimos, hace unos meses, en un video, insultar y menospreciar la inteligencia de su conductor que había cometido el grave delito de llegar tarde a recoger a su señoría que andaba con prisa. No lo decía en serio, cada vez es más difícil saber si hablan en serio los políticos, a veces no comprendemos su fino sentido del humor a no ser que se dejen el micro abierto y se muestren tal como son, cazurros como Posadas, o lenguaraces como doña Celia. Votar en conciencia según Celia hubiera sido traicionar a su partido, al margen de la justicia o de la idoneidad del voto secreto lo importante es que la propuesta venía del PSOE. Si quieren salirse con la suya habría que pedirles a los partidos de la oposición que propongan iniciativas que no quieren que se lleven a cabo. Por ejemplo, propuesta del PSOE  para subir el IVA , los populares votarían en contra y el IVA seguiría igual, o mejorado en vísperas electorales.

La Sección Femenina del PP cada vez se parece más a la que fundara Pilar Primo de Rivera, mujeres sumisas como las que le gustan al obispo de Granada. El hecho de que esa Iglesia Católica de célibes machistas y con voto de castidad (sic) tenga tanta influencia y tanta jurisprudencia en todo lo referente a temas sexuales, además de ser un contrasentido es un contradios. Hasta el papa Francisco ha criticado esta obsesión morbosa y enfermiza de sus pastores, antes de que la ONU, rompiendo el consenso casi universal que resalta las bondades del pontífice argentino, echara un rapapolvo al Vaticano por su tibieza en la lucha contra la pederastia, esa tentación irresistible para tantos castos varones consagrados. La iglesia Católica minimizó a nuestra madre Eva cuando la moldeó con una costilla de varón y la satanizó por haber tenido una interesantísima conversación con el diablo travestido de serpiente. Desde entonces la ha tenido marginada del sacerdocio y atada a un varón responsable, ha discutido durante siglos sobre si tiene alma y, en el caso de tenerla, lo que no está nada claro, si se trata de un alma de tanta calidad como la del hombre. Para los más desalmados la pederastia podría ser un eficaz sistema de control de la natalidad, más eficiente aún que los preservativos, los anticonceptivos y otros diabólicos inventos.

Pero no van los tiros por ahí, hay muchos teólogos discutiendo en estos momentos si habría que conceder derechos individuales a los espermatozoides desde el instante de su emisión. Doctores tiene la Madre Iglesia.