Multiplícate por cero

Un salario congelado para el rey

Dicen que la democracia es como una comunidad de vecinos: a) sólo te enteras de lo que pasa si vas personalmente a las juntas, b) aunque vayas a tales juntas, en realidad no vas a poder hacer nada, el pescado ya está vendido, c) el presidente es el que maneja el cotarro, d) las cuentas del administrador no las entiende nadie, e) muchos vecinos han dejado de pagar no se sabe cuántos recibos y f) esto obliga a los demás a compensar la deuda si quieren que se arregle el ascensor. En esta nuestra comunidad nacional presupuestaria, además de eso, cada año hay una derrama que pagamos todos, que no sabemos cuánto nos cuesta exactamente, que cobra un único vecino, que casi nadie pregunta por qué sigue ocurriendo ni en qué se emplea en concreto el dinero.

En 2009, una vez más, se va a convocar la asamblea de vecinos para aprobar el presupuesto y un vecino, el rey, recibirá nuestra derrama sin que se vaya a cuestionar o, al menos, a pedir en la junta todos los datos sobre ella, euro por euro.
Con el fin de reconducir el déficit público, el Gobierno –presidente de esta nuestra comunidad– aprobó una reducción del techo de gasto público del 4,5% respecto a lo que prevé gastar este año, pero al margen del recorte presupuestario quedarán varias partidas: por ejemplo, las prestaciones por desempleo, en parte por el aumento automático que conlleva el fuerte incremento del paro y en parte por el nuevo subsidio de 420 euros para parados sin ingresos. No parece discutible la necesidad de incrementar el gasto social.

Menos social y mucho más discutible en el fondo y en la forma es el presupuesto de la Casa Real. El dinero del que va a disponer el rey para gastar libremente, sin tener que someterlo a control y sin dar cuentas a nadie, ascenderá a 8,9 millones de euros, según lo anunciado por el Gobierno. Esta cifra es la misma que la aprobada para este año. En la última década, el presupuesto monárquico ha subido anualmente un 3,5% en promedio, con dos picos del 4% en 2004 (año de la boda Felipe-Letizia) y del 4,5% en 2008 (cuando la crisis mundial ya estaba en su apogeo). Ahora, dicen que el rey ha pedido que, en atención a la crisis, se le congele el dinero para sus gastos en 2010. Gracias, vecino.

Sin embargo, en buena lógica con la evolución del Presupuesto estatal, también podría haber pedido el rey que se le recortaran los gastos en la misma proporción en que el Estado reduce los suyos globalmente. Igualmente, podría haber mencionado como recortables los demás epígrafes del Presupuesto del Estado, además del que se llama "Casa de S.M. el Rey", donde se enmascaran gastos de la monarquía y, ya puestos, podría haber admitido que es hora de que los vecinos conozcamos en qué gasta el dinero que pagamos entre todos. No por nada, sólo por si la derrama se puede eliminar.
Bajo el epígrafe general de "transferencias a familias e instituciones sin fines de lucro", el rey recibe esos 8,9 millones de euros "para el sostenimiento de su familia y casa". Pero estas cifras tienen truco. No todos los gastos de la Corona española están en esos 8,9 millones. Hay otros muchos gastos repartidos entre diversos ministerios. Por ejemplo, el Ministerio de Administraciones Públicas se hace cargo de pagar a parte del personal de la Casa Real y gastos corrientes: bajo el apartado "Apoyo a la gestión administrativa de la Jefatura del Estado" aparecen 6,5 millones de euros en 2008. Además, el mantenimiento de la Zarzuela, el Palacio Real y los demás corren a cargo de Patrimonio del Estado, aunque su presupuesto no especifica cuántos millones destina a los palacios reales; los automóviles utilizados por la familia real –excepto los privados– van a cuenta del parque móvil del Estado; los viajes, del Ministerio de Exteriores; y la seguridad, del Ministerio del Interior. Un sueldo estaría más claro: 14 pagas y revisión con la inflación.

La reina de Holanda tiene un sueldo de 792.000 euros anuales – con la suma de otras partidas se llega a un presupuesto de 4,2 millones de euros–; la reina de Inglaterra dispone de 40 millones de libras (50 millones de euros), pero incluye todos los gastos. No obstante, la principal diferencia estriba en que los ciudadanos británicos conocen el presupuesto real al detalle y en Holanda existe un proyecto para que cualquiera pueda consultar en qué se gasta cada euro.

No incrementar el presupuesto del rey no soluciona la transparencia en las cuentas reales, unas de las más opacas. Si no se sabe qué va dentro del paquete de congelados ¿cómo se puede aceptar su pago?

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