Multiplícate por cero

Riqueza bien tratada

Forbes, revista que se ha hecho famosa elaborando anualmente una lista de los millonarios del mundo, cifraba en 60.750 millones de euros la fortuna de los diez españoles más ricos en 2007, el último año en el que se declaró el Impuesto sobre el Patrimonio. Fue el año en el que los más ricos entre los ricos que presentaron la declaración de patrimonio, exactamente 1.618, confesaron riquezas por apenas 35.863 millones de euros. Si por lo que cientos de millonarios tributan apenas llega a la mitad de la fortuna que tienen sólo diez de ellos, algo debe pasar en el impuesto.

Los 1.618 contribuyentes más ricos declararon una base liquidable (tras aplicar todas las exenciones) media de 22 millones de euros, por la que pagaron, también de media, 169.005 euros. Eso significa que el tipo efectivo de los millonarios fue el 0,7%, aunque el tipo nominal es el 2,5%.

Podemos empezar explicando que las acciones o participaciones en empresas no tributan en Patrimonio si el declarante posee más del 5% del capital, ejerce funciones de dirección en la empresa y percibe por ello más del 50% de sus rentas del trabajo. Y no, aunque lo estén pensando, no es Botín el que disfruta de esta exención concreta, auqnue otras tendrá. Más que nada porque su participación en el Banco Santander no representa más del 0,93% del capital.

Gracias a esa exención, en el último año del impuesto hubo 111.442 contribuyentes que no tuvieron que incluir en sus declaraciones un valor patrimonial de 186.496 millones de euros correspondiente a acciones no cotizadas. La exención por acciones cotizadas fue bastante menor: 10.285 millones para 9.300 declarantes.

Se podrá argumentar que la actividad productiva de ese patrimonio justifica que quede exento del impuesto. Podemos ir entonces a otras riquezas no productivas, como inmuebles, yates, coches, cuadros o joyas que también deben incluirse en Patrimonio. Claro, siempre que estén a nombre del declarante. Porque el Impuesto sobre el Patrimonio grava a las personas físicas. Si el yate o el inmueble está a nombre de una sociedad, esta no paga Patrimonio. Exactamente lo que está pensando: esos yates de 30 o 70 metros de eslora que surcan las aguas mallorquinas con seguridad que no forman parte del patrimonio declarado por los ricos. Otra cuestión es que sí tengan que incluir el valor de la sociedad que aparece como propietaria del yate, el avión o tenedora de las acciones de las empresas de las que son presidentes. También para esto hay remedio: pueden estar endeudadas –lo que disminuye o anula su valor– o pueden utilizarse holdings o sociedades interpuestas hasta acabar en Luxemburgo.

La vicepresidenta Salgado insiste en que el impuesto gravará sólo a las grandes fortunas, pero se le olvida añadir que sólo tributarán por una parte de su riqueza. Fue un empresario del Ibex muy conocido, del sector de la construcción, quien convenció a Zapatero en 2008 de que los verdaderamente ricos no pagaban patrimonio y que no servía para nada ese impuesto. Mejor hubiera sido reformarlo que suprimirlo. Y ahora que se recupera sigue siendo necesaria su reforma.

Los madrileños pagarán menos
Los madrileños podrían pagar menos por el Impuesto sobre el Patrimonio si Esperanza Aguirre mantiene la rebaja que hizo en la Ley de Medidas Fiscales para 2008. La Comunidad de Madrid redujo el tipo máximo del 2,5% al 1,5%. Luego, como el Gobierno introdujo la bonificación del 100% que llevó a que nadie tuviera que pagar Patrimonio, esta rebaja de Aguirre se olvidó. Hasta tal punto que la Comunidad de Madrid ha estado cobrando la compensación completa por la supresión de Patrimonio, aunque en realidad le correspondería menos porque su recaudación hubiera descendido por la rebaja impositiva decidida por el Gobierno autonómico.

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