Mundo Rural s.XXI

La escuela rural como agente de cambio

Estefanía Torres, eurodiputada de Podemos.

En los últimos años venimos asistiendo a un desmantelamiento del sistema educativo amparado en la crisis económica mundial. Esta excusa está sirviendo a los gobiernos para introducir un modelo económico determinado en las políticas educativas. Un modelo que tiene la clara La escuela rural como agente de cambiovoluntad de dividir a la sociedad y perpetuar los privilegios de las hijas e hijos de las élites económicas de este país. Las segregaciones por sexos, por etnias, por clases sociales están aumentando gracias a la legislación promovida por el gobierno del Partido Popular. Y las niñas y niños que viven en zonas rurales salen claramente perjudicadas de este modelo.

Lo vimos hace unos meses con la alumna de Berducedo (Allande) que dejó de ir a clase al no disponer de transporte escolar. Una situación que padece con demasiada frecuancia   el alumnado rural que ha visto afectados sus derechos más básicos a causa de los recortes.

La defensa de las escuelas rurales ha sido una constante en Podemos Asturies, tanto desde nuestro papel en las instituciones locales como en Europa. Este sábado, Campumanes acogerá una jornada para poner en valor el papel de las escuelas rurales en la dinamización social y económica del mundo rural. Durante la jornada se abordará la labor realizada desde los equipos docentes de los Centros Rurales Agrupados (CRAs); así como la formación universitaria, la investigación europea en la escuela rural de Portugal o el papel de las madres y padres en la Comunidad Educativa; pasando por las experiencias de innovación educativa capaces de atraer nuevo alumnado. Sin olvidar el papel de las políticas institucionales sobre la educación y el medio rural.

Es necesario que digamos alto y claro que la educación no es un gasto, sino una inversión esencial. Pero hay que ir un poco más allá. En el siglo XXI no podemos permitir que se mantenga una estructura educativa mecanizada y metodologías de aprendizaje propias de la época industrial. Las escuelas deben respetar y propiciar el desarrollo del propio ser, atendiendo a las singularidades, a los talentos y a la creatividad del alumnado. Es necesario que la enseñanza pública incorpore innovaciones y proyectos pedagógicos que preparen a los estudiantes para ser personas capaces de aprender por si mismas cuando en un futuro no muy lejanos deban llevar a cabo actividades que ahora mismo quizás ni imaginamos.

Debemos trabajar para introducir esta diversidad de pedagogías existente en el catálogo del sistema público de educación y, en este sentido, las escuelas rurales presentan una oportunidad única.

Pero además, creo que las escuelas rurales deben ser objeto de una especial protección por parte de las políticas públicas, ya que su función va más allá de proporcionar un servicio educativo de proximidad y de calidad: las escuelas rurales son esenciales en la ordenación y cohesión del territorio rural, permiten preservar la identidad, los códigos, los léxicos y los símbolos culturales característicos de las poblaciones en las que se asientan y su presencia otorga a nuestras aldeas un atractivo único a la hora de atraer nuevos habitantes. Las escuelas rurales son el pilar fundamental de un mundo rural vivo.

Es por eso que debemos decir con mucho orgullo, frente a aquellos que utilizan argumentos económicos para desmantelarlas que las Escuelas Rurales son, sobre todo, generadoras de riqueza, y no sólo consumidoras de recursos.

Las escuelas rurales son parte esencial de una educación pública cuyo fin va un poco más allá de la simple instrucción.

Espero que este encuentro sea un pasito más en el camino de esa educación entendida como motor fundamental del cambio, que forme de manera integral a niñas y niños, porque ellos son la ciudadanía del mañana.

Fuente: http://estefaniatorres.info/la-escuela-rural-agente-cambio 

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