Los ciudadanos han hablado más fuerte que nunca. Y los ciudadanos nunca se equivocan. Ahora toca a las fuerzas representadas en el Parlament de Catalunya y a los 135 diputados que han recibido el honor de representar a los catalanes llegar a acuerdos y hacer política, algo que ha faltado en los últimos años en Catalunya y en España. Los 135 electos tienen que hablar, acordar e investir un presidente -independentista-, y empezar a solucionar los problemas creados por los políticos en los últimos años. El más importante, el de la convivencia, pero también el de las listas de espera en la sanidad, la falta de empleo, la calidad de la educación pública, la seguridad de los ciudadanos, la llegada de refugiados.

Este 21D se agotaron las medias tintas. Los ciudadanos así lo reclaman y quien no sea capaz de leer y entender estos resultados, por favor, que se vaya a casa; sean electos en el Parlament o cargos institucionales en Madrid. Los ciudadanos han repudiado las políticas del Partido Popular en Catalunya, no solo en la cuestión territorial, sino también en la deficiencia infraestructural, la falta de recursos para equipamientos culturales, los ataques del Constitucional al autogobierno. Rajoy, si le queda algo de dignidad, debe dimitir. Porque ha fracasado. Convocó elecciones con rapidez a sabiendas de que no era capaz de gestionar la Generalitat con el 155, y los catalanes le han dado la espalda.

Los catalanes siempre tienen la razón. A veces pueden estar tan divididos que dificultan el llegar a acuerdos. Pero este jueves han mandado a sus representantes que lo hagan; que hagan política: hablar, negociar, llegar a acuerdos. Y ahí se incluye el referéndum de autodeterminación. Anoche también se votaba eso; se votaba que la gente pueda votar, de forma acordada, legal, vinculante. Y señor Rajoy, con este resultado, libere de faena al Tribunal Constitucional. La gente ha votado en contra de las sentencias contra la pobreza energética, en contra de las sentencias contra el atropello de la lengua y la cultura catalanas. Si continúa por esa vía, señor Rajoy, Catalunya tendrá derecho a ir por la vía recta. Este es el tercer aviso.