Otras miradas

El ‘feliz verano del odio’ de Liga y 5 Estrellas deja el paso al ‘otoño cálido’

Alessandro Faggiano

Politólogo y redactor jefe de ‘Termómetro Político’

Tras las elecciones del 4 de marzo (que entregaron el país, unos meses más tarde, a Liga y Movimiento 5 Estrellas), Italia se ha vuelto el epicentro de la política europea. El primer gobierno populista en uno de los Estados fundadores, País clave para el control de la frontera Sur. Esa misma frontera de que se ha vuelto a hablar en España, tras la decisión de Sánchez de acoger el barco Aquarius (rechazado por el gobierno italiano) y que ha desatado la caja de pandora de la sospecha, del odio, del racismo latente. Por cuánto esta se revele ser la tendencia general (de una Unión que se vuelca siempre más hacia la derecha más reaccionaria) Italia desempeña un papel crucial, debido a su relevancia económica, política y geoestratégica. Es por eso una muchedumbre de periodistas, polítologos y políticos, han encontrado terreno fértil para sus disquisiciones sobre el estado de la Unión. No es un caso que se defina Italia como el laboratorio político por antonomasia.

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, llegar para realizar declaraciones tras el Consejo de Ministros en el Palacio Chigi en Roma (Italia). EFE/Riccardo Antimiani
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, llegar para realizar declaraciones tras el Consejo de Ministros en el Palacio Chigi en Roma (Italia). EFE/Riccardo Antimiani

Tras los primeros 100 días de gobierno gialloverde, cuáles han sido los mayores logros y fracasos de este ejecutivo? Qué medidas clave y patrones recurrientes? Que papel ha tenido la oposición, durante el "largo verano del odio[1]"? Finalmente, ¿Cuáles son los principales desafíos de cara a este último tramo de año?

El gobierno que se disfrazó de oposición

Uno de los elementos distintivos de la última campaña electoral italiana, ha sido la dureza de lo ataques dirigidos al adversario. El veneno (escupido prevalentemente por los partidos que actualmente conforman la coalición de gobierno) ha exacerbado los contrastes y alejado, aún más, lo segmentos sociales. Una polarización que ha favorecido las narrativas más duras y tajantes, como la del M5E (que abogaba por una completa regeneración política) y la Liga de Salvini (que se declara como el primer enemigo de la UE y de los clandestinos). El discurso resultó tan eficaz, que ninguno de los dos partidos ha cambiado de rumbo, a pesar del cambio político fundamental: de oposición a gobierno. Tanto Salvini como Di Maio siguen utilizando tonos típicos de comicios electorales (en particular el primero, ya líder moral de la ultraderecha reaccionaria europea). La continuidad narrativa ha pasado factura a todos los derrotados, que han seguido perdiendo electorado en favor de la todopoderosa Liga, que ya ha doblado su consenso potencial (del 17,8% de las elecciones del 4M, a un 32-33%, según varios institutos demoscópicos).

No es únicamente una cuiestión de narrativa. Entre las razones que forzan los dos líderes a seguir un guión más propio de la oposición que del gobierno, encontramos la imposibilidad de actuar algunas de las medidas estrellas propuestas en las respectivas campañas. Por un lado, el M5E apuesta por la renta de ciudadanía. Por el otro, la Liga se agarra a la flat tax con tipo único al 15%. Dos medidas muy gravosas (más la flat tax que la renta de ciudadanía) que pesarían enormemente sobre el balance del Estado. Imposible actuar las dos a la vez, en el mismo año. Casi imposible que se ponga en práctica una de las dos sin rebajar las expectativas iniciales. Imposible no superar ese famoso vínculo del 3% impuesto por Bruselas, que abriría las puertas a la especulación más salvaje. Si se cayeran los pilares de la campaña del uno y del otro, la coalición sufriría un primer duro golpe, que pondría a prueba la solidez de la alianza.

Ahora bien, quién más ha cosechado (en términos electorales) entre los dos partidos de gobierno es, sin duda alguna, la Liga. Pero, ¿Porqué la Liga ha doblado sus consensos, mientras que el M5E se ha quedado estancado o en ligera flexión?

Salvini y el juego de las 3 cartas

Hasta que el foco mediático esté volcado en la inmigración y en los juegos de poder al interno de la UE, la Liga seguirá cautivando amplios consensos y abrazando un electorado siempre más extenso, debido a la falta de contranarrativas por parte de la oposición. Actualmente, en el lado izquierdo del espectro ideológico, no hay ideas que ilusionen y que satisfagan esas demandas relacionadas con la inmigración y la recuperación de soberanía, es decir: la seguridad (tanto física como económica) y la defensa de los intereses nacionales.

El viceprimero ministro y titular de Interior, Matteo Salvino, en rueda de prensa con el vicecanciller austriaco,  Heinz-Christian Strache, en Viena. REUTERS/Leonhard Foeger
El viceprimero ministro y titular de Interior, Matteo Salvino, en rueda de prensa con el vicecanciller austriaco, Heinz-Christian Strache, en Viena. REUTERS/Leonhard Foeger

En esos aspectos, la Liga (más que el M5E) ha trabajado duramente (siempre en el marco de las narraciones) para ofrecer una perspectiva distinta. Más controles en la frontera y al interno de las ciudades, en particular en las zonas (prevalentemente periféricas) donde hay  problemas de integración; mayor respecto de la ley ordinaria (y, tal vez, ir-respecto de las normas comunitarias e internacionales); parcial liberalización de la venta de armas (sí, es cierto: se quiere vender el veneno por el antidoto, Trump enseña) y endurecimiento de las penas. Un paquete de medidas (que se va dibujando poco a poco) que enaltece el italiano patriótico, que tranquiliza el ciudadano asustado e irradia esperanza en los desmotivados, los cabreados - a menudo despolitizados - que quieren un cambio radical. Salvini ofrece, en este momento, un horizonte ideal: ha conseguido crear una imagen empapada de esperanza, ardor y rescate, en contraposición a la Unión Europea de los tecnócratas y frente a los "peligrosos y delincuentes" clandestinos (normalmente negros, africanos y musulmanes, como elementos identitarios que legitiman la exclusión). Poco importa si, hasta hace pocos años, Salvini intonaba cánticos contra los sureños, etiquetándoles como vagos y sin la cultura del trabajo[2]. Ahora, el enemigo es otro y el mensaje (tras una campaña agresiva y extenuante) ha colado: el Sur ya ha perdonado su potencial verdugo. Sin otras fuerzas que disputen en su totalidad la narrativa de Salvini, el partido del Ministro del Interior parece destinado a acrecentar su fuerza, de norte a sur.

El Movimento 5 Stelle, volcado hacia la derecha, busca su equilibrio

Pasando al gran ganador de las elecciones (el Movimiento 5 Estrellas), los pentaestrellados han tenido que lidiar con la tensiones disgregadoras procedentes de la Liga. Como ya se describía unos días antes del estallido del caso Aquarius[3], Salvini habría intentado llevar el Movimiento hacia la derecha, para captar una parte del electorado a 5 stelle: ese segmento con tendencias más conservadoras y marcadamente antieuropeista. No sólo: esos moderados de izquierda, desilusionados con el Partito Democratico y las demás referencias de esa sección ideológica, se descuelgan del partido liderado por Luigi De Maio (actual Ministro del trabajo). He aquí que el M5E intenta jugar sus cartas: en el plan social y laboral. El decreto dignidad (que ha hecho discutir, y mucho, por el aval de dos pesos pesados de la izquierda en españa como Monereo y Anguita), busca retener ese voto trabajador, intentando ofrecer más garantías laborales a los sectores más desprotegidos (en el caso concreto del decreto dignidad, entre los elementos inovadores, hay el reconocimiento legal de los riders).

A pesar de unos pequeños avances, la balanza del 5 Estrellas se inclina más hacia la derecha. Sin volver a entrar en el discurso sobre la migración (que merece una profundización y una crítica sin filtros), el Movimiento apoya la introducción de la flat tax, régimen fiscal que no respeta los criterios de progresividad (centrales, para una política económica de izquierda). Esta medida favorecería notablemente las clases altas y medio-altas de la población, debido al aligeramiento de la carga fiscal sobre los grandes patrimonios, y dejando un agujero en las finanzas estatales. Una pérdida que se podría cubrir sólo con importantes recortes destinados al ya machacado estado de bienestar.

En definitiva, el Movimiento 5 Estrellas ha conseguido aguantar (en el plan electoral) el violento intento de la Liga de llevar los pentaestrellados hacia la derecha. Sin embargo, el equilibrio encontrado por Di Maio es frágil. Tanto el líder del M5E como Salvini pueden jugarse la bala del documento de economía y finanza. Si Salvini forza el Movimiento a aprobar la reforma fiscal, los 5 Estrellados desviarían definitivamente hacia la derecha. Di Maio puede jugarse el balazo de la renta de ciudadanía, aunque en una versión no definitiva (es decir, ni universal, ni a "renta plena") y volver a tirar hacia la izquierda.

Y la oposición?

A pesar de las posibilidades de atacar el flanco de Liga y M5E, la oposición (empezando por el Partito Democratico, partido principal de los gobiernos de la última legislatura) necesita todavía reorganizarse: buscar ideas y personas nuevas. La posibilidad de un reciclaje del desguazador Matteo Renzi como secretario general (por tercera vez) del PD, podría poner la última piedra sobre la tumba del centroizquierda italiano, que necesita un cambio radical. Si miramos más allá, hacia la izquierda, vemos que el único partido con cierta posibilidad de crecimiento (Potere al Popolo) sigue agarrado a las lógicas de una izquierda ya anacronística, que incluye desde su fundación varias siglas comunistas y colectivos de los centros sociales. A pesar de una vibrante movilización, el electorado alcanzable sigue siendo un segmento muy minoritario, que no desestabilizaría los actuales equilibrios de poder.

Cabe destacar un error (quizás, el más grave) de las izquierdas italianas: la voluntad de chocar violentemente contra Salvini sobre el tema migratorio. Ahí, donde el líder de la Liga es más fuerte y marca tendencia. Quizás, sería mejor centrarse en desarrollar otras narrativas y encender otros focos, más que optar por un choque frontal que deja la izquierda sin esperanza.

Será un 'autunno caldo'

El verano se acaba, dejando paso al otoño que, tradicionalmente, lleva otros temas encima de las mesas de diputados y ministros. La "emergencia" inmigración dejará paso a asuntos económicos y laborales, con el documento de economía y finanza que amenaza de ser el detonante del primer verdadero conflicto al interno de la coalición Liga-M5E. Las tensiones con la Unión seguirán teniendo un papel clave en el arena medíatica y política, de cara a las sanciones a Hungría y la posibilidad de violar el vínculo del 3%. También se hablará de pensiones, de los efectos económicos y sociales que conllevaría la introducción de renta de ciudadanía o flat tax. Otros temas de relevancia serán la nueva ley anti-corrupción (elaborada prevalentemente por el M5E) y la reforma sobre la liberalización de compra y venta de armas. Finalmente, seguirá siendo tema de debate la complicada situación del ILVA, la mayor empresa siderurgíca italiana que produce prevalentemente en Taranto, cuyos habitantes mueren y se enferman, frecuentemente, por sus emisiones nefastas. Nos espera, como ha afirmado recientemente el Ministro del trabajo Luigi Di Maio, un otoño más que cálido: "sarà un autunno non caldo, di più".


NOTAS
[1] https://blogs.publico.es/dominiopublico/26280/villanos-y-chacales-el-verano-del-odio/
[2] https://pbs.twimg.com/media/DW5716GXUAII4Vo.jpg (imagen de tweet de Salvini)
[3] https://blogs.publico.es/dominiopublico/25875/italia-claves-para-entender-el-gobierno-carioca/

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