Otras miradas

Nuestra tarea: generar una alternativa al régimen

Sònia Farré

Diputada de En Comú Podem y militante Anticapitalista

Esta semana seguramente se ponga punto final a esta legislatura. Los próximos días asistiremos ya a una campaña electoral en ciernes. El conjunto del régimen querrá acusar al independentismo de irresponsables y de haber hecho caer el gobierno de Sánchez. Sin embargo, si el PSOE hubiera sido realmente ambicioso en sus políticas sociales y económicas, y no hubiera sido tan poco decidido en sus compromisos con Catalunya, quizás hoy las cosas serían distintas. El PSOE ha fracasado en la posibilidad de liderar una alternativa a la amenaza de las tres derechas de Colón.

La votación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) ha precipitado los acontecimientos, pero la cuestión se ha ido calando los últimos meses. El acuerdo presupuestario que firmamos en octubre del año pasado con el PSOE fue un acuerdo de mínimos –en relación al programa con el que nos presentamos- si bien suponía un paso adelante en la voluntad de revertir recortes. El acuerdo, no sólo incorporaba cuestiones presupuestarias a incluir en los PGE sino también medidas legislativas que quedaban fuera de los mismos y que se debían aprobar a lo largo de la legislatura. Un acuerdo reducido a su mínima expresión por la orientación del gobierno durante estos los últimos meses.

A las medidas positivas como la subida de las pensiones o las relativas a la dependencia y que son fruto de luchas, le ha acompañado una acción de gobierno poco valiente: subida del SMI, pero sin tocar la reforma laboral que trocea los derechos laborales; en materia de alquiler, la no regulación de precios entre otras ausencias necesarias para acabar con la burbuja especulativa; en el mediterráneo, la continuidad de la necropolítica y el no cuestionamiento de la ley de extranjería. Pero, en términos generales, no ha habido encima de la mesa un giro de 180º en las políticas económicas que permitan revertir diez años de crisis. El ejemplo más sintomático es la asunción del objetivo de estabilidad de financiera, una de las herramientas clave de la UE para supeditar el gasto público a los intereses de las políticas de la deuda y para seguir cronificando nuestra precariedad. Es por ello que discrepé del voto favorable de mi grupo parlamentario al objetivo de estabilidad financiera y por lo que también tengo discrepancias respecto a nuestro posicionamiento con estos PGE.

En lo que probablemente sea la escena final de la legislatura, cabe recordar que En Comú Podem empezamos esta andadura con un programa ganador y de mayorías. Un programa que no escatimaba en lo social y ponía en el centro la necesidad de un referéndum de autodeterminación, incluso cuando aquello parecía ser agua pasada para el grueso del independentismo. Al igual que no se puede olvidar que fue ese proyecto el que nos permitió ser primera fuerza en Catalunya. A ratos hemos sido los más defensores de unos PGE que no son los nuestros aunque sean de máximos para el PSOE y es una estrategia errónea que nos supedita al PSOE. En un momento en que la política se juega en los polos, donde las posiciones se radicalizan, y precisamente porque la situación de la mayoría social es radicalmente precaria, nuestro mandato no era construir un bloque progresista en la estela del PSOE, sino generar una alternativa al régimen. Esta sigue siendo hoy una tarea fundamental, más aun con el recrudecimiento judicial, policial, político que experimenta hoy el régimen del 78 en su crisis más profunda en estos cuarenta años.

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