Otras miradas

Vox y el pensamiento mágico

Jesús Gil Molina

Consultor en comunicación política. @jesusdemivida

El presidente de Vox, Santiago Abascal, a su llegada al Congreso para registrar su moción de censura contra Pedro Sánchez. E.P./E. Parra/Pool
El presidente de Vox, Santiago Abascal, a su llegada al Congreso para registrar su moción de censura contra Pedro Sánchez. E.P./E. Parra/Pool

Un día cualquiera estamos volviendo a casa y coincidimos en el ascensor de casa con un vecino. Después de mirar todas y cada una de las llaves detenidamente, comprobamos que seguimos en el cuarto y que toca hablar para pasar el rato hasta el séptimo. Rompemos el hielo: "estamos entrando en otoño, Perséfone está volviendo al Hades". Vemos cómo, sutilmente, el vecino pasa de agarrar a empuñar las llaves y empieza a buscar el móvil en el bolsillo.

¿Por qué, sin embargo, en política aceptamos como normales explicaciones de este estilo? Entre el rapto de Perséfone y el mito de la moción de censura ("todos los partidos que han presentado una moción de censura han acabado gobernando", Iván Espinosa de los Monteros dixit) no hay muchas diferencias. En el ámbito filosófico se conoce a este tipo de razonamientos como "pensamiento mágico": ante la imposibilidad de comprender un fenómeno o sus causas, se recurre a un artificio que relaja la inquietud que nos produce no ser capaces de cerrar el círculo. El otoño llega porque Deméter está triste y el gobierno porque hemos pasado un papel por registro. Infalible.

En el fondo, cuando Espinosa de los Monteros dice "todos los partidos" no está pensando ni en la moción de censura de González a Suárez, ni en la de Hernández Mancha a Felipe, ni siquiera creo que esté pensando en la única exitosa, la de Sánchez. Está pensando en Iglesias. Desde su nacimiento, Vox ha tratado de imitar lo que ellos consideraban las estrategias de más éxito de Podemos, como el uso intensivo de las redes sociales, y ahora, en el calendario de la repetición, toca la moción de censura.

Como Podemos tras la segunda Asamblea Ciudadana con la "trama", el relato que acompaña a la moción es el de la mafia. Los de verde han sacado una campaña apoyando la presentación de la moción que junta fotos de migrantes, logos de cabeceras mediáticas, fotos del gobierno y, por qué no, de George Soros, todas con un sello superpuesto que dice "moción contra la mafia" con los correspondientes apellidos: migración, mediática, globalista... La inspiración parece estar clara.

Aunque el trabajo del politólogo Karim Juste estuviera mucho más fundamentado y estudiado, esta posición coincide plenamente con la adopción por parte de Unidas Podemos del concepto "trama", ese tirabuzón discursivo del concepto "casta" sobre el que se apoyaron los morados para dibujar un escenario de confabulación de todos los poderes del Estado contra ellos. La materialización de ese concepto fue el infame "tramabús", que contaba con los retratos de distintos representantes de esa "trama".

Lo que quizás no recuerdan es que Vox sacó el suyo propio. No, no me refiero al de Hazte Oír, aunque bien podría valer. No: Vox presentó en redes un autobús recortable, el "de la España que madruga". En una ocasión pude escuchar al vicesecretario nacional de Comunicación de Vox decir que si no sacaron uno real a la calle fue por falta de medios, no de ganas. Copian hasta las malas ideas.

La adaptación al Congreso, a la institución, es muy difícil: los ritmos cambian, los titulares ya no se colocan a golpe de acto y los votantes empiezan a solicitar cambios, influencia, y no sólo campañas en redes. La gente puede votar por cabreo, por ilusión, por desidia... Pero cuando vota, quiere que su voto cuente algo más que un like en una foto. Ante este impasse caben dos -al menos- salidas: empezar a presentar proposiciones de ley, a influir en el trabajo parlamentario y sobre el gobierno o los grupos de la oposición, o seguir por la vía del espectáculo.

Vox, siguiendo ese pensamiento mágico para intentar entender cómo pudieron llegar al gobierno, ha optado por seguir los mismos pasos. Lo que no parecen haber tenido en cuenta es que Unidas Podemos llegó al gobierno gracias al error de cálculo de Sánchez con la repetición electoral y a la obstinación de Rivera con el sorpasso. Sin estos factores, la estrategia sólo había conducido a perder la mitad de escaños y de votantes en apenas un año. Veremos si Demeter se pone contenta la próxima primavera.

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