Otras miradas

El mundo rural como parte fundamental del cambio necesario

Ariel Jerez

Beatriz GascóCandidata autonómica y miembro del Consejo Ciudadano Autonómico de la Comunitat ValencianaMarco RizzardiniMiembro del Consejo Ciudadano Autonómico de Castilla y LeónMiembro de Consejo Ciudadano Estatal

Beatriz Gascó
Candidata autonómica y miembro del Consejo Ciudadano Autonómico de la Comunitat Valenciana
Marco Rizzardini
Miembro del Consejo Ciudadano Autonómico de Castilla y León
Ariel Jerez
Miembro de Consejo Ciudadano Estatal

A principios de mayo Podemos organizó en Zamora sus primeras Jornadas de Mundo Rural bajo la consigna "Defender lo que ha resistido, desarrollar lo nuevo, el futuro". Los invitados de diversas organizaciones agrarias, entidades rurales y ecológicas, y otros a título individual por su trabajo como profesores, funcionarios públicos y periodistas, compartieron sus reflexiones con los consejeros autonómicos del partido dedicados al área rural, medio medioambiente, ordenación territorial, agricultura, pesca y alimentación. Cómo recordó Rafa Mayoral, responsable estatal de sociedad civil y movimientos sociales, "la nueva política tiene que ser apertura, un proceso de escucha, hay que abrir los ojos y los oídos para tener voz".

Escuchamos a personas que cargadas de razón, emoción y dignidad nos explicaban datos y nos contaban experiencias y sentimientos sobre el continuo proceso de despoblación de nuestra España interior; de "los pueblos abandonados cómo cadáveres de una batalla económica sin fin" y del deterioro patrimonial de paisajes y recursos naturales de espacios considerados no rentables; de las dificultades crecientes vividas por familias y comunidades con recortes que afectan a la sanidad, educación, movilidad y prestaciones sociales; del uso interesado y despilfarrador de fondos y ayudas a la agricultura y al turismo por parte de redes clientelares corruptas y del reiterado incumplimiento de la normativa legal en materia de ordenación del territorio, alimentación y medioambiente. También de las amenazas que se ciernen sobre los territorios rurales de una nueva Política Agrícola Común dispuesta a ultraliberalizarse en el marco del Tratado Trasatlántico para el Comercio y la Inversión (TTIP), que "nos dejará una agricultura sin agricultores, de sociedades anónimas".

Así mismo nos contaron sus iniciativas como agricultores y productores rurales, individualmente y como asociados, promoviendo nuevas formas de producir, distribuir y de consumir. También los esfuerzos de innovación y adaptación de tecnologías para contar con energía más barata y menos contaminante, mejorar la economía social que contempla tanto los recursos económicos como los cuidados de la vida en común. Sus reflexiones y debates sobre la necesidad de tener como horizonte de transformación gradual los principios de soberanía alimentaria, agricultura ecológica y cambio de modelo energético. Nos llamó la atención la ajustada composición de lugar que compartían en sus análisis sobre un contexto mundial de creciente escasez de recursos energéticos y de especulación en mercados primarios, que vuelven a hacer problemáticos el acceso y el control de las tierras de cultivo por parte de la agricultura campesina.

Con las consejeras y consejeros debatimos sobre la necesaria transformación del modelo económico y productivo. El mundo rural no puede seguir siendo considerado como "el pasado atrasado a abandonar", sino que tiene que ser parte fundamental del patrimonio común, con importantes recursos, no solo económicos y naturales, para el bienestar social y cultural. La mayoría de los países europeos de nuestro entorno mantienen esta perspectiva que busca producir la mayor integración y sinergia posible entre políticas públicas generales de regulación económica y de atención social, y las más específicas de ordenación territorial, agropecuarias y pesqueras, medioambientales y de I+D+i. Con este horizonte, nos planteamos cinco líneas de actuación:

1. En las políticas agrarias, orientándolas a generar ingresos suficientes y a combatir el desempleo, por ser la principal causa de despoblamiento. Se tienen que adoptar medidas que integren iniciativas en formación de jóvenes y parados de larga duración y para favorecer el comercio de proximidad; que reformen la seguridad social y el impuesto de renta del productor agrario para hacer compatibles distintas fuentes de ingreso. Todo ello junto a una nueva hoja de ruta en las negociaciones de la PAC para asegurar una mejor distribución de los recursos hoy destinados en gran parte a los grandes propietarios, que garanticen una renta mínima agraria a los pequeños y medianos productores.

2. En las políticas de ordenamiento territorial y desarrollo rural destinadas a garantizar servicios y prestaciones inherentes a derechos sociales básicos y sostenibilidad de los recursos naturales. Entre ellos al agua como bien común compartido, y en algunas regiones el acceso a la tierra con medidas legislativas que faciliten la iniciativa productiva de pequeños y medianos agricultores. También con reformas de un ámbito administrativo con una amplia red institucional poco eficiente para políticas integrales (ayuntamientos, comarcas, diputaciones, autonomías) y con políticas de obra pública destinada a garantizar el derecho a la movilidad y a potenciar la economía (transporte, turismo, cuidado del patrimonio).

3. Políticas de Investigación, desarrollo e innovación dirigidas al cambio de modelo energético en energías renovables; la promoción de la producción y el consumo de agricultura y pesca ecológicas; investigaciones biotecnológicas y ambientales (descontaminación, aprovechamiento de residuos, reforestación); desarrollo de políticas sobre investigación de patrimonio cultural (monumental, paisajístico, intangibles).

4. Política de transparencia, control y democratización. Es clamorosa la necesidad de una mayor transparencia y control sobre los recursos públicos de la PAC. También en la participación y representatividad de las propias organizaciones agrarias, muchas veces enfrentadas por la defensa de modelos productivos muy distantes entre sí. Ampliación de las Mesas Territoriales previstas en la Ley de Desarrollo Local a nuevos agentes sociales más allá de los partidarios y sindicales (federaciones de vecinos, entidades rurales y medioambientales).

5. Políticas culturales para la memoria rural y la conciencia ecológica. En los saberes tradicionales tenemos un enorme patrimonio intangible que tiene que ser aprovechado en nuevas políticas de formación, educación y recuperación cultural. Al mismo tiempo es necesario pensar su proyección en el marco de una "ecología de la comunicación", desde donde plantear la necesidad de incorporar lo rural a un imaginario colonizado insanamente por lo urbano. Estamos obligados a superar estereotipos y estigmas sobre diferencias culturales que lastran un diálogo rural-urbano para un (re)encuentro necesario.

Como concluyó Pablo Fernández, candidato de Podemos a la Junta de Castilla y León, "Podemos tiene alma y corazón de pueblo". A estos pueblos les vamos a dedicar gran parte de nuestra energía en los próximos meses, trabajando codo a codo en un proceso de diálogo con todas las organizaciones comprometidas en tener un futuro con un mundo rural vivo.

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