Otras miradas

Construyendo un espacio socialista

Carlos Martinez

Carlos Martínez
Co-primer secretario de Alternativa Socialista (CLI-AS)

Reivindicar el socialismo en la España de hoy e incluso en Europa, puede resultar muy difícil e incluso incomprensible para muchas personas. El fracaso de la socialdemocracia frente al neoliberalismo, al que no ha sabido ni querido enfrentarse, es más que evidente. También la renuncia de las socialdemocracias a sus postulados clásicos, que no por ello caducos ni trasnochados. El estado social, es una conquista del movimiento obrero europeo y de algunos otros estados del mundo, que las derechas están destruyendo con una rapidez pasmosa e indignante. Pero cuando constatamos que ser socialdemócrata cabal es hoy revolucionario, dada la situación y la ofensiva conservadora tan brutal, resulta cuanto menos gratificante y por tanto nos anima a disputar este espacio al PSOE a pesar de las dificultades y dureza en el empeño.

Las y los socialistas del estado español, tenemos hoy dos disyuntivas a la hora de rescatar el socialismo democrático. Una dar la batalla interna en el PSOE o bien construir el Partido Socialista, la alternativa socialista, pues el PSOE como tal ya no es un partido socialista. Para hacer tal afirmación, no hace falta irse a los textos de Marx, por cierto imprescindibles para definir que es o no es socialismo, bastaría con releer a Fernando de los Ríos o Julián Besteiro —entenderá aquí el lector avezado que no cito adrede a Pablo Iglesias o a Francisco Largo Caballero, personajes éticos donde los haya—. Pero también releer a Olof Palme, por no hablar del más claro y preclaro exponente del socialismo democrático europeo actual como es Oskar Lafontaine. Pero no solo textos o autores, hechos. Las realidades de la ya mal llamada socialdemocracia europea es hoy en día la "Tercera Vía". El felipismo, el blairismo, o ahora el renzismo o el hollandismo por no hablar de lo que representa Valls. Esas son las realidades del espacio socioliberal que no socialdemócrata y menos socialista.

Por ejemplo, la tibia y cobarde reacción del llamado Partido Socialista Europeo con respecto a Grecia y los injustos ataques que está sufriendo por negarse a que sus pensionistas pasen más hambre todavía, o a recortar aún más lo público y los derechos humanos, todo esto es ya una declaración de principios o más bien de ausencia de los mismos.

Es por eso que Alternativa Socialista surge al objeto de disputar el terreno del socialismo democrático. Pero no solo AS (CLI-AS), sino también Ahora Decide o Socialistas por Tenerife entre otros grupos socialistas disidentes con unos aparatos además de autistas con la realidad de cambio sociopolítico, alejados de la socialdemocracia, cuyo nombre mal utilizan como explicábamos en el primer y segundo párrafo. Respetamos a corrientes críticas del interior del PSOE con las que incluso mantenemos fraternales relaciones, pero no es nuestro objetivo, el de Alternativa Socialista dar la batalla interna, ya estéril, sino situar al socialismo democrático en la izquierda mosaico, en la confluencia de las izquierdas, en la unidad popular y entre las fuerzas transformadoras y superadoras del régimen y de las nefastas políticas de recorte, sumisión a la Unión Europea alemana y neoliberal, así como en la oposición frontal a los tratados TTIP y TISA por inaceptables, antisociales y nada democráticos. También alejar al socialismo de ser considerado como una fuerza dinástica y por tanto republicano, en lo social, lo jurídico y en el concepto político de democracia igualitaria y ciudadana.

Este sábado en un local de la calle Carretas de Madrid los socialistas nucleados en torno a AS y partidos hermanos vamos a profundizar en la organización, en la coordinación. Crearemos una estructura de apoyo y formación técnico política a nuestros más de 135 concejalas y concejales, varios de ellos alcaldes y alcaldesas, lanzando un trabajo, tanto en torno a la democracia local, como en el mundo rural tan abandonado, olvidado y despreciado, pero que nosotros reivindicamos. Como ecosocialistas sabemos que sin población rural, la naturaleza y el patrimonio agrario de proximidad y autóctono no se pueden no ya conservar, sino que ni siquiera pueden existir con garantías.

Queremos ser parte del cambio profundo que nuestro Estado se merece y que se está fraguando al margen del bipartidismo. Deseamos trabajar por un proceso constituyente hacía el federalismo, la república, la laicidad, mayor democracia y la consolidación del estado social y el incremento del sector público.

Deseamos gritar a los cuatro vientos que en la Europa de hoy también se puede construir el socialismo en democracia. Que el socialismo no es gestión del capitalismo "aunque esta sea más humano" lo cual es imposible. Es transformar la sociedad en la vía del reparto de la riqueza y el apoyo a una economía social y la democracia económica. Claro las derechas y sus "gurús" sus brujos y sus medios, siempre nos dirán que eso es imposible. Por eso hay derechas y hay izquierdas. Por eso hay socialistas y hay liberales. Por eso hay ideas. Por eso vamos a disputar la hegemonía socialista a quién ya no merece usar esa palabra.

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