Otras miradas

El escándalo del presupuesto en Igualdad

Ana Bernal Triviño

El escándalo del presupuesto en Igualdad
La ministra de Igualdad del Gobierno de España, Irene Montero, se reúne con un grupo de mujeres en un cabildo feminista en Santiago (Chile).- EFE

A finales del año pasado acudí en el Senado a la comisión de evaluación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Allí hice un análisis del pacto desde la Comunicación. Y advertí a los partidos políticos que algunas de sus declaraciones contra el 8M y el feminismo son bulos que restan apoyo social a las víctimas. Que asumieran la violencia de género es un tema de Estado, transversal e intocable. Y que nuestro Estado de Derecho tiene como valores principales la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político (artículo 1). Pero aquello molestó bastante. 

La derecha y la ultraderecha han vuelto a estigmatizar el feminismo. Te puede gustar más o menos una ministra. Todos los cargos públicos están sujetos a juicio. Pero en esta ocasión, se ha recurrido al populismo de decir que para afrontar la subida de la luz o el gas por la guerra de Ucrania, hay que destinar el dinero del Plan Estratégico para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres  (2022-2025), anunciado por el Ministerio de Igualdad. 

Sobre el trabajo del ministerio también se pueden hacer críticas, como con cualquier otra administración. Desde errores de comunicación a decir que ese dinero incluso puede ser insuficiente para el reto que tenemos. Pero lo que no es serio, con los datos que tenemos, es atacar unos presupuestos ya contemplados, lo básico de cualquier ministerio o administración. Todos tienen presupuestos, gastos previstos, pero solo se lanza la diana siempre sobre los presupuestos de Igualdad. Lo que evidencia el machismo de este país aún y de una derecha inhumana que parece no comprender nada o no le interesa. 

Porque esos Planes Estratégicos no son cosa de ahora. El PP tuvo el último en 2014. Nos compromete a ello la ley de Igualdad, el Convenio de Estambul o los objetivos de la Agenda Unesco 2030. Además, hay Planes Estratégicos de Igualdad por Comunidades Autónomas. Y además es una partida no solo del Ministerio de Igualdad sino que están implicados otros como Interior o Sanidad.

Lanzadas semejantes declaraciones, la prensa hizo un copia y pega en titulares. Y lo mismo con los tertulianos de cadenas públicas y privadas. A la mínima, se soltaba lo del presupuesto de Igualdad. Salvo pocos medios, la mayoría optó por esta opción como primera reacción. Una prensa responsable podría haber hecho periodismo: acceder al informe del plan, ver las partidas presupuestarias e informar para evitar la desinformación, que es uno de los grandes daños a nuestra democracia. 

Una prensa que actuara de cortafuegos de la manipulación hubiese desglosado que los 20.000 millones van desde 2022 a 2025. Y que su destino es cubrir guarderías gratuitas a 0-3 años, permisos de maternidad o paternidad (que se llevan casi todo el presupuesto), ayudas a familias con hijos con cáncer o enfermedades graves, prestaciones por lactancia o por riesgo durante el embarazo. Quizás estas partidas son mucho más necesarias para un mejor funcionamiento del país (natalidad y conciliación son claves) que unas comisiones abultadas en plena pandemia o ayudas a autopistas cerradas. 

Pero más allá de esto, quienes sostienen estas declaraciones siendo gobernantes, podrían aplicarse la misma idea. ¿Ayuso anulará su Estrategia 2022-2026 de Fomento de la Natalidad y la Conciliación para ayudar a pagar la luz? O, más allá, ¿qué pasó al final con que Madrid no destinara ni un euro del pacto de Estado contra la violencia machista a su Dirección de Igualdad en tres años? Porque los servicios de atención a las víctimas siguen sobresaturados y muchas de las casas de acogida de la comunidad siguen teniendo menos partidas y peores condiciones. ¿Algún periodista se lo preguntó en el momento que dio esas declaraciones? Porque quienes necesitan esas partidas y las víctimas quieren saber.

Pero no, gran parte de la prensa prefirió participar en el linchamiento a la igualdad, a reírse de ella, a decir que no es necesaria y vendieron ese presupuesto como un escándalo. Aquí el único escándalo ha sido la manipulación de este caso. Otro más. Parecido a que el 8M provocó la pandemia, con palmeros apoyando semejante teoría. Que quizás fuera ignorancia, pero me temo que hay mucha mala fe detrás.

Más Noticias