La reforma de la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación ha sido el resultado de un gran trabajo y de mucho diálogo, lo que ha permitido que se haya aprobado sin votos en contra. Con esta Ley se pretende arreglar los fallos que existían en el sistema en al carrera científica, dando más derechos al personal investigador, reduciendo las cargas burocráticas y blindando por ley la financiación para que nunca más la ciencia se vea sin recursos.

Invertir en educación y en investigación es un motor fundamental para salir de la crisis, crear empleo y generar riqueza. Esto es algo que el PP nunca quiso ver cuando gobernaba. El PP rescató los bancos, pero hundió la investigación en nuestro país. Recortó en 2.000 el número de investigadores del CSIC, recortó a la mitad el presupuesto de I+D en Universidades y 30.000 investigadores españoles tuvieron que emigrar e irse de nuestro país con el Gobierno de Rajoy.

Apostar por investigación es apostar por el futuro, y esto lo tiene muy claro el Gobierno de Pedro Sánchez, quien desde el primer día aumentó el presupuesto para la ciencia y ahora aprueba esta Ley tan necesaria. Una norma que permitirá dar un impulso que consolide a la ciencia y a la innovación como claves de bóveda de nuestro progreso y nuestro desarrollo.

Además con la modificación de nuestro marco jurídico cumplimos con las demandas de la comunidad científica y situamos a España a la vanguardia científica y tecnológica de la Unión Europea.

Esta reforma responde a tres demandas unánimes de la comunidad científica y la sociedad: dignificar las condiciones de trabajo de los investigadores e investigadoras, reducir los trámites en la gestión de la I+D+i y garantizar una financiación pública creciente y estable acordes con los objetivos de la Unión Europea. Se pretende alcanzar el 1,25% del PIB en el horizonte de 2030, el doble del que existe actualmente.

La reforma aprobada crea varios tipos de contratos más estables para investigadores y tecnólogos en diferentes momentos de su carrera. El contrato indefinido para investigadores pretende acabar con un problema que el sistema I+D+i arrastra desde hace décadas: el encadenamiento de contratos temporales hasta bien pasados los 40 años.

También se contemplan medidas para igualar los méritos de investigadores que han trabajado en el extranjero a los que han desarrollado la mayor parte de su carrera en España, así como los que lo han hecho en universidades, y no solo en los organismos públicos de investigación.

Los científicos jóvenes podrán optar a un nuevo contrato de acceso al sistema público de I+D+i. Será de entre 3 y 6 años de duración y se aplicará en universidades públicas y organismos, fundaciones y consorcios del sector público. Los beneficiarios tendrá derecho a indemnización, algo que no se daba antes.

También se incluyen medidas para la atracción del talento emigrado, de mejora de transferencia del conocimiento, como la creación de un sexenio de transferencia o de reducción de la burocracia, permitiendo justificar la subvenciones por muestreo y no en su totalidad; así como, medidas para fomentar la igualdad en el sector.

Por último la reforma de ley contempla la creación de la Agencia Espacial Española, con un componente dedicado a la seguridad nacional, y cuyo objetivo va a ser fomentar, ejecutar y desarrollar la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación en el ámbito del espacio; así como la coordinación estatal e internacional de la política espacial española.

Se trata de un hito histórico que los investigadores e investigadoras de nuestro país llevaban años y años reclamando. Apostando por la ciencia, nuestro país avanza y ganamos todos. Un gran éxito del Gobierno de Pedro Sánchez en general y particularmente de la Ministra de Ciencia e Innovación Diana Morant.